Entrar Via

THE RISE OF THE KINGDOM OF THE SUN romance Capítulo 12

—¿Estás seguro de que por aquí es? —preguntó Bael.

—¿Quién fue el que descubrió la sangre de los demonios? ¡Yo! —exclamó Gerard—, ¿Quién lleva años siendo un cazador experimentado y un excelente rastreador? ¡Yo!, ahora viene este mocoso a cuestionarme.

Gerard miraba su brújula y observaba todo su entorno, Concetta se sentaba en una piedra algo cansada y Bael seguía enfurruñado.

—Por la diosa, ya no estoy para estos trotes —Concetta tomó su botella de agua—, debería estar disfrutando de mi hermosa nieta, en vez de estar en medio de la nada en un país raro con dos imbéciles.

Bael le lanzó una mirada furibunda y Concetta río, era como ver los ojos de su padre. Aunque Bael era mucho menos gracioso que Alan.

—Siento que ya llegamos —Gerard guardó su brújula —, ¿No huelen nada ustedes con sus super narices?

—No detecto el olor ni la presencia de nada vivo alrededor —gruñó Bael.

—Esperen un momento —Concetta se levantó rápidamente —, aquí debe haber animales y por lo que veo pequeños lagos, deberíamos detectar algo de la fauna, pero no escucho ni siquiera a algún insecto.

Los tres se quedaron en silencio unos segundos antes de que Bael desplegará sus alas y saliera a toda velocidad hacia adelante. Una vibra singular y sutil se sintió hacia adelante y Bael lanzó una bola de fuego.

Como predijo, chocó con una protección mágica. La razón por la cual no habían detectado nada era que se estaban escondiendo detrás de la magia. Bael hizo aparecer su lanza inmediatamente mientras varias bolas gigantes de fuego aparecían detrás de él.

En el momento en el que atacó la protección mágica supo que les dio un sobre avisó de que habían llegado. Así que no tenía tiempo que perder.

Bael mismo se prendió a sí mismo en fuego y atacó con todo su poder a la cúpula mágica que probablemente ocultaba a los demonios completos. El potente ataque resquebrajó la protección mágica y Bael cayó como si estuviera invocando el apocalipsis.

Cuando logró traspasar la barrera, no perdió tiempo y empezó a rastrear el olor. Lo cual le hizo sonreír porque estaba esparcido por todo el lugar. Era un espacio al aire libre con pequeñas tiendas de campañas que Bael incendio de inmediato para que los demonios completos no tuvieran otra opción que salir.

Lo que lo sorprendió es que en todo el lugar solo se encontraba una persona. Un hechicero bastante anciano.

Bael al confirmar que no había otro ser vivo en el lugar, llegó ante el anciano que tosía.

—¿Dónde están? —siseó con voz gruesa y amenazante —. ¿A dónde se los llevaron?

El anciano empezó a reírse.

—¿De verdad piensas que te lo diré?

La mirada de Bael ardía al rojo vivo.

Cuatro espectros de fuego aparecieron y sujetaron al anciano que gemía de dolor.

—¡¿Dónde están?! —La voz de Bael sonó distorsionada, estaba fundiéndose con la voz de su demonio,

—¡No podrás encontrarlos! —exclamó el anciano en medio de sus lamentos —. ¡No los encontrarán a tiempo! ¡Ellos serán los que los encuentren y los acaben!

Bael gruñó exasperado, otra vez había llegado tarde, otra vez había fallado.

Empezó a agitarse.

—¡Dime dónde los llevaron o te mataré ahora mismo!

—¡Ellos acabarán con ustedes! —grito el hechicero —, ¡Su sangre será derramada para traer a nuestro señor a la tierra otra vez!

Bael fue ahora el que lo sujeto. Gerard y Concetta corrían para llegar a ellos.

—¡Bael todavía no! —escucho la voz lejana de Concetta.

Pero Bael estaba demasiado enojado para escuchar. Rugió y partió en dos el cuerpo del hechicero con sus propias manos. Empezó a incendiar todo y a gritar furioso.

Los dos mayores se detuvieron al ver la violencia desatada de Bael.

—Mierda —Gerard negó con la cabeza —, al menos esta vez no hay nadie más alrededor.

—Retrocedamos un poco o puede que nos intente matar —advirtió Concetta.

***

—Felicidades —Junior se sentó a su lado—, perdón por ignorarte al comienzo, sabes que a Angel se le sale lo Hoffman cuando se enoja.

Junior le entregó una lata de soda a Liana, esta asintió en agradecimiento.

—Lo sé—Liana abrió su lata—, sé que no debí ocultarles lo de Belial.

—¿Pero no te arrepientes de hacerlo cierto? —Junior sonrió—, mi linda apuñaladora por la espalda, sé que piensas que estás haciendo lo correcto y no debes avergonzarte de eso, ¿Qué sabemos nosotros de salvaguardar la seguridad del Reino?, solo somos adolescentes idiotas que jamás cargaremos con tu responsabilidad o la de nuestros hermanos.

—¿Gracias? —Liana arrugó el gesto—. ¿Apuñaladora por la espalda? ¿Enserio?

Junior se recostó un poco sobre la manta que Liana había puesto sobre el césped. La miró tan alegremente que Liana no tuvo más que suspirar y tomar un poco de su soda.

—Hoy descubrí porque quieres que yo pretenda ser tu novio —Junior miro a todos lados por si parecía que alguien los escuchaba—, eres muy obvia ¿sabes?

A Liana se le helo la sangre.

—¿Te gusta cierto alfa francés cierto? —Junior sonrió de manera siniestra—, por eso estuviste ocultándote una semana.

Liana lo miró aterrada.

—No parabas de verlo hoy —se encogió de hombros—, tuve que retener el impulso de ir a limpiarte la baba que se te caía al verlo.

CAPÍTULO 12.- segundo fragmento 1

Verify captcha to read the content.Verifica el captcha para leer el contenido

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: THE RISE OF THE KINGDOM OF THE SUN