Tu Leti Ya Está Muerta, Llámame Leticia romance Capítulo 301

"Ah."

Leticia respondió fríamente.

"Quítenlo."

Toni les hizo señas a las personas detrás de él, quienes rápidamente se acercaron y se llevaron las flores y el vino.

Leticia colocó lo que había traído ella misma.

Llevaba gafas de sol para esconder las lágrimas que brotaban de sus ojos.

Al mirar la sonrisa de la foto en la lápida, pensó en silencio: "Mamá, abuelitos, espero que me perdonen por desaparecer durante estos cinco años. Mi bebé ha nacido y ha crecido sano bajo su protección."

Leticia acarició la cabeza del pequeño.

"Emilio, Yolanda, aquí está la abuela, y aquí están el bisabuelo y la bisabuela."

Antes de llegar.

Dulcia ya les había hablado a los niños.

Leticia también les había contado muchas historias sobre su abuela.

Yolanda fue la primera en reaccionar, se inclinó 90 grados.

Emilio, viendo eso, se inclinó ligeramente.

"Abuela, bisabuelos, no os preocupéis por mamá, Yolanda ya ha crecido, tiene mucha fuerza, protegerá a mamá y a mi hermano." Después de inclinarse, Yolanda juntó torpemente sus manitas, haciendo una promesa tierna y devota.

Leticia no pudo evitar reírse.

"Se supone que el hermano mayor debe proteger a la hermana menor, tonta." Dijo Emilio con resignación.

"¡Yolanda no es una tonta, Yolanda es una guerrera!" Yolanda replicó de inmediato.

Leticia no evitó que discutieran frente a la tumba.

Esperaba que su madre y sus abuelos pudieran ver toda esta actividad.

Después de inclinarse y ofrecer flores.

Dulcia llevó a los pequeños a la tienda para comprar algo de comer.

Emilio echó un vistazo a Dulcia. Esa mirada hizo que Dulcia se sintiera extremadamente culpable. Afortunadamente, fue solo por un instante.

Yolanda no podía quedarse quieta, pronto se unió a Toni y a Laura en la búsqueda de mariposas.

Emilio se sentó al lado de Dulcia comiendo helado.

"¿Mi papá es una mala persona, verdad?" Preguntó Emilio de repente.

Dulcia casi se atraganta.

"¿Qué?"

"Debe ser una mala persona, empujando a mamá a fingir su muerte y a huir, pasando todos estos años sin poder regresar a ver a la abuela y a los demás." El tono de Emilio era tranquilo.

Por un momento, Dulcia sintió como si estuviera hablando con Israel.

Padre e hijo tenían similitudes sorprendentes en ciertos aspectos.

"¡Emilio!"