Tu Leti Ya Está Muerta, Llámame Leticia romance Capítulo 718

Yolanda corrió rápidamente hacia Astro y lo abrazó por el cuello: "Menos mal que estás bien".

Yolanda no mencionó la pesadilla que tuvo anoche, soñó que Astro estaba sangrando.

"¿Cómo podría pasarle algo a Astro?" abuela Lola dijo riendo.

Israel sonrió y dijo: "No tuve tiempo de decirlo por teléfono, pero anoche Yolanda se encontró con Astro en el vecindario, pero ustedes no lo estaban paseando".

"¿Anoche?" la abuela Lola se dio cuenta de repente, "Esa es mi nieta, que ha estado estudiando en el extranjero y regresó hace dos meses. Se mudó con nosotros porque no quería que nos sintiéramos solos".

"Deja que el padre de Yolanda siga hablando, ¿qué pasó anoche?" el abuelo Moreno sabía que algo había pasado, normalmente no llevaban a Astro al parque todos los días. Necesitaba mucho ejercicio y los dos ancianos no podían manejarlo, así que solo la niñera lo llevaba al parque cuando tenía tiempo por la mañana.

Yolanda de repente quería ver a Astro y dijo esas palabras después de encontrarse con él, abuelo Moreno estaba seguro de que algo había sucedido anoche.

"No fue nada especial, ahora que lo pienso, fue mi culpa por no prestar atención a Yolanda", dijo Israel mirando tiernamente a Yolanda. "Anoche vio a Astro y no pudo evitar llamarlo, entonces Astro corrió hacia ella, asustando a su nieta, quien dijo algunas cosas desagradables y golpeó al perro con la correa en frente de Yolanda".

La voz de Israel era suave, pero su tono era irónico.

"No es de extrañar que Yolanda estuviera tan preocupada", frunció el ceño el abuelo Moreno. "A veces esa niña tiene un temperamento difícil, ¡me aseguraré de hablar con ella cuando vuelva a casa!"

En circunstancias normales, Israel debería haber dicho cortésmente que no importaba.

Pero si lo hubiera hecho, ya no sería Israel.

Después de escuchar lo que dijo abuelo Moreno, Israel simplemente sonrió levemente y no dijo más.

No pasó mucho tiempo antes de que Yolanda y el perro estuvieran jugando juntos felices.

La pareja de ancianos e Israel los observaban desde un lado.

En ese momento, el abuelo Moreno suspiró de repente: "En realidad, Astro no es nuestro perro, a nuestra edad, ¿cómo podríamos cuidar de un perro tan grande?"

"¿Entonces de quién es?" preguntó Israel.

"Era de mi nieto, se lo compraron como regalo de cumpleaños cuando tenía diez años, pero... lamentablemente falleció en un accidente de coche el año pasado. Sus padres querían regalar al perro porque le recordaba a él, pero mi esposa temía que quien lo adoptara no lo tratara bien, así que lo trajimos con nosotros después de hablarlo".