Resumo do capítulo Capítulo 0103 de UN BEBÉ PARA NAVIDAD
Neste capítulo de destaque do romance Romántica UN BEBÉ PARA NAVIDAD, Day Torres apresenta novos desafios, emoções intensas e avanços na história que prendem o leitor do início ao fim.
Mientras conducían, Andrea miraba por la ventanilla y veía cómo el paisaje cambiaba de un lado a otro de la ciudad, hasta que finalmente llegaron al edificio donde estaba su departamento.
—Tienes que cerrar los ojos —le dijo él con tono risueño—. Milo y Loan se esmeraron mucho en esto, sé que desearían estar aquí para ver tu reacción, pero se conformarán con que yo se las cuente. Así que cierra los ojos.
Andrea obedeció y se dejó guiar hasta la puerta de entrada.
Apenas atravesaron el umbral y él le dijo que ya podía mirar, Andrea se sintió asombrada y maravillada. Los suelos estaban recién pulidos, las paredes lavadas y pintadas, y los muebles habían sido ordenados y dispuestos de modo que el departamento parecía amplio y luminoso. Se habían esforzado mucho para que el lugar pareciera nuevo y acogedor, y estaba claro que había merecido la pena.
Andrea no podía creer lo que veían sus ojos.
—¡Oh, Dios! Esto es mil veces mejor de lo que imaginé —murmuró caminando alrededor, mirando todos los detalles que los chicos Keller habían puesto en el lugar.
—¿Te gusta? —sonrió Zack.
—¡Todo es demasiado perfecto!
—Ya sé, dejaré mi departamento y me mudaré contigo —dijo él—. ¿Oye me puedo mudar contigo? ¡Vamos a ver si la cama es lo bastante grande!
La arrastró al dormitorio y vieron la cama de matrimonio ya preparada para los dos. Había sábanas limpias y un edredón nuevo, y las paredes estaban adornadas con un hermoso cuadro.
Andrea estaba embargada por la emoción.
—Esto es increíble. No puedo creer que los muchachos hicieran todo esto por nosotras...
—¿Por qué no? Son tus cuñados, Adriana es su sobrina. Raro sería que no ayudaran —respondió Zack encogiéndose de hombros—. Lo hicieron porque las quieren, Pastelito... Igual que las quiero yo. —Zack se humedeció los labios antes de acercarse a ella y tomar sus manos—. Andrea quiero que estemos juntos otra vez. Por favor, perdóname. Perdóname por irme.
Ella negó cerrando los ojos.
—Ya olvida eso, Zack. Solo olvídalo...
—No puedo. Me muero por estar con ustedes de nuevo, por que volvamos a ser una familia de verdad pero necesito que me lo digas porque si no...
—¡Oye, oye! No vayas por ahí, si necesitas oírlo yo te lo digo: te perdono, de verdad... pero eso no significa que no te lo vaya a cobrar —dijo Andrea con una sonrisa disimulada.
—¿Y cómo me lo piensas cobrar? —preguntó Zack con un puchero.
—No lo sé, deja que termine todo esto y procuraré que se me ocurra algo malvado.
—OK, pero mientras tanto, me dijiste que te lo preguntara en enero —se adelantó Zack—. Andrea Brand, ¿quieres ser mi novia?
Ella suspiró hondamente y le sonrió.
—Sí, claro que sí. Eres mi segunda persona favorita en todo el mundo.
—También come salvajemente, como tú —se burló Andrea.
—Eso es porque nos dos estamos en crecimiento, déjanos tranquilos —rezongó Zack mientras la beba pasaba un piecito sobre su brazo.
Al día siguiente se levantaron trasnochados pero listos. El camino hacia el tribunal fue una tortura y por suerte el juez autorizó que Adriana se quedara afuera, en compañía de la trabajadora social y de Milo.
Cuando Mason llegó todos se dieron cuenta de que traía cara de pocos amigos.
El juicio comenzó y el abogado de Mason pidió la custodia completa de la niña. Esa era su única demanda.
El señor Gazca por supuesto hizo lo mismo, pero en su caso, con una fuerte argumentación sobre el compromiso que ella había demostrado desde el nacimiento de Adriana, cosa que obviamente le faltaba al señor Lee.
—Déjenme ver si entiendo esto. ¿Entonces no hay ninguna posibilidad de acuerdo? —preguntó el juez dirigiéndose a los padres y los dos se levantaron.
—No, Su Señoría —declararon al unísono.
—Bien, en ese caso se desestima la posibilidad de una custodia conjunta y un juicio tranquilo.
Los abogados son libres de presentar sus alegatos.
El licenciado Gagnon se adelantó y comenzó su discurso de acusaciones contra Andrea. La tensión en el salón era asfixiante y ella no podía creer hasta dónde llegaban las mentiras de Mason. Finalmente trató de convencer al juez con el argumento de que era mejor para la beba estar con él, donde encontraría mejores condiciones y recursos.
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: UN BEBÉ PARA NAVIDAD
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