Resumo de Capítulo 0262 – UN BEBÉ PARA NAVIDAD por Day Torres
Em Capítulo 0262, um capítulo marcante do aclamado romance de Romántica UN BEBÉ PARA NAVIDAD, escrito por Day Torres, os leitores são levados mais fundo em uma trama repleta de emoção, conflito e transformação. Este capítulo apresenta desenvolvimentos essenciais e reviravoltas que o tornam leitura obrigatória. Seja você um novo leitor ou um fã fiel, esta parte oferece momentos inesquecíveis que definem a essência de UN BEBÉ PARA NAVIDAD.
—Buenos días, jefe —saludó animada al entrar a la tienda y Levi rompió en carcajadas.
—¿Jefe yo? ¡Yo no soy jefe ni de mi núcleo familiar! —replicó—. Pero tú súbeme el ego porque ya está comprobado que nadie más lo hará. ¿Comenzamos?
—Por supuesto. ¡Oh, jefe, el impresionante, el temible...!
—¡A trabajar, Danna, quise decir: a trabajar! —rio Levi y pocos minutos más tarde le estaba enseñando todo lo básico relacionado con la tienda.
Al final ni siquiera necesitaban dividirse las obligaciones, porque los dos eran absolutamente responsables. Donde había algo desorganizado, el primero en verlo lo arreglaba.
Danna se sentía cómoda, y el hecho de que Levi fuera de carácter ligero y afable ayudaba realmente mucho. Sin embargo estar tanto tiempo de pie iba a terminar pasándole factura.
Dejó escapar un gruñido incómodo cuando un mal gesto le recordó el dolor en su cadera y a pocos metros de ella Levi levantó la cabeza.
—¿Estás bien? —le preguntó y Danna asintió enseguida.
—Sí, no es nada.
El hombre frunció el ceño y caminó hasta ella quitándole una caja de las manos.
—Mentirle a tu jefe en el primer día sería una falta de respeto mayúscula que no sé si deje pasar —le advirtió y Danna se sentó por un momento en la silla más cercana.
—Era patinadora artística hasta hace poco tiempo —explicó ahorrándose detalles—, pero tuve un... accidente y tuve que dejarlo. Debería hacer rehabilitación para mis piernas, porque todavía están un poco débiles y las caderas me duelen.
El hombre frente a ella la miró con curiosidad, con razón se veía tan pequeña y tan liviana.
—Pero ¿no estás haciendo la rehabilitación? ¿Por qué? —preguntó confuso—. Deberías estar dedicándote por entero a eso para que puedas volver al patinaje.
Danna negó con un suspiro.
—No, ya no voy a volver —declaró con convicción y por primera vez se dio cuenta de que no le dolía tanto como había creído—. Y antes de rehabilitar mis piernas, necesito rehabilitar mi cabeza, y mi corazón, y créeme que aquí en la cima del mundo casi siento que puedo lograrlo —sonrió ella.
Levi hizo una mueca suave y negó.
—Pues fíjate que sí, porque esta es una tienda deportiva y a partir de hoy es requisito —sentenció Levi—. O aprendes a esquiar o estás despedida.
Danna cruzó los brazos y enarcó una ceja.
—¿Alguien se cree tus amenazas? —le sonrió.
—¡Pues mañana veremos! —le advirtió Levi y esa misma tarde después de que ella se fue, se encargó de encontrar un par de esquís de principiante, justo a su medida.
Danna llegó esa tarde a casa cansada y adolorida, pero feliz porque el solo hecho de ver el paisaje desde las montañas ya era hermoso.
Apenas Mauro se quedó dormido ella volvió a arrebujarse frente al fuego, y una hora después Luana le abría la puerta a su hijo. Estaba a punto de decirle algo cuando Danna apareció antes ellos. Los dos se sobresaltaron, pero la sorpresa solo les duró un segundo, porque la muchacha pasó junto a ellos como si no existieran.
—¿Está...? —murmuró Luana viendo cómo se dirigía a la puerta de la terraza.
—Si me hubiera visto probablemente se habría puesto a gritar —respondió Loan en voz baja—. Así que sí… está dormida.
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: UN BEBÉ PARA NAVIDAD
When reading the parts containing images accompanied by random words, it feels really uncomfortable. Perhaps I and many readers will leave this website....