UN BEBÉ PARA NAVIDAD romance Capítulo 372

John y Chiara volvieron a Zúrich en silencio. Ella estaba inquieta y él estaba molesto. Jamás había tenido ninguna emoción especial contra ningún sospechoso, más allá de la voluntad de eliminarlos definitivamente, pero cuando se trataba de Chiara, definitivamente sus emociones estaban comprometidas.

Chiara pasó por el departamento de su gemela a cambiarse de ropa y salió de allí siendo la ejecutiva, la CEO del Asterion Bank. Se dirigieron a la comisaría de policía, donde se encontraron con un panorama inquietante

—Lo encontramos tratando de cruzar la frontera hacia Alemania —les explicó el detective—. Heston fue detenido inmediatamente y trasladado a la comisaría. Nuestra investigación nos dice que llevaba consigo un pasaporte falso, solo eso ya es una admisión de cierta culpa. Además sus heridas concuerdan con la evidencia del departamento de Chiara, pero se ha negado a hablar.

John escuchó atentamente y luego volvió a mirar a Chiara en silencio. Estaba evidentemente preocupada.

—¿Entonces? —preguntó—. ¿Sí va a ir a la cárcel o no?

—No —sentenció Jhon molesto porque ya conocía los procedimientos—. Le pondrán una multa por lo del pasaporte y quizás servicio comunitario por meterse a tu casa, pero no lo viste, no te agredió directamente, y puede decir que es tu amigo...

El detective asintió.

—Exacto, esa fue la justificación que dio. Que cuidaba tu casa y corrió cuando escuchó a alguien dentro. Como él ya ha estado en tu casa antes, eso es perfectamente creíble para un juez.

Chiara apretó los puños con frustración.

—Eso quiere decir que quedará en libertad. Para mañana a esta hora ese infeliz estará en libertad para volver a agredirme.

—O no —replicó el detective—. Heston ahora está retenido en uno de los cuartos de interrogatorio, exigiendo hablar contigo. Quizás si te ve consigas que hable.

Chiara lo pensó por un momento y luego asintió.

—Está bien, lo haré.

John intentó disuadirla de entrar, pero ella estaba decidida. Conocía a Heston desde hacía años y jamás lo había visto como un hombre peligroso, pero ahora sabía que lo era y no estaba dispuesta a permitir que quedara libre.

—Quiero que me saques de aquí y me ayudes —respondió—. Somos amigos después de todo.

Chiara tragó saliva para controlar los sentimientos de furia y temor que sentía.

—¿Amigos? ¿Y qué clase amigos somos? —siseó—. ¿O se te olvidó que te metiste en mi departamento para lastimarme? ¿Acaso ese es el tipo de amistad que tenemos?

—Eso fue un malentendido, solo estaba cuidando tu casa...

—Sí, seguro que malentendí tu hombro golpeando contra la puerta de mi biblioteca tratando de abrirla —lo interrumpió ella—. Igual no me interesa. No voy a declarar a tu favor ni voy a sacarte de aquí, mucho menos cuando sé que me has estado siguiendo.

El rostro de Heston se quedó petrificado por un instante y ella sonrió.

—¡Sí, exacto! ¡Sé que me has estado siguiendo! ¡Así que si no te meten a la cárcel por invasión de propiedad, te aseguro que igual voy a llevarte a juicio por acoso!