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UN BEBÉ PARA NAVIDAD romance Capítulo 374

El movimiento de Jhon fue preciso y habilidoso. Su bastón de golf fue a golpear la parte trasera de la rodilla de Heston, que cayó al suelo con un grito de dolor.

Él parecía relajado, como si estuviera dirigiendo una obra teatral en la que conociera perfectamente el desenlace.

—Chiara, ve a la habitación, amor. ¿Por favor? —En contraste con lo que estaba haciendo, su tono fue muy dulce y Chiara obedeció sin dudarlo, pero no se molestó en encerrarse, porque mientras Jhon estuviera allí, ella no tenía nada que temer.

En cuanto ella desapareció por la puerta, él pateó a Heston para que quedara boca arriba.

—No sabes la suerte que tienes, infeliz, yo tengo permiso de disparar armas en todo el mundo y tú estás traspasando propiedad privada —siseó—. No tienes idea de cuánto me estoy conteniendo para usar solo un maldit0 bastón de golf.

Lo descargó sobre un costado de Heston y lo vio intentar retroceder.

—Ya te di una oportunidad de huir —dijo con voz baja—. Y aun así regresaste para lastimar a Chiara. Así que no te daré otra.

Heston gruñó con los hombros desplomados. Era un espectáculo patético pero aun así su rostro estaba lleno de resolución.

—¡No puedes hacerme nada! —escupió con fiereza—. No le estoy haciendo daño a nadie, no le hice daño...!

—Estás violando una orden de alejamiento —respondió Jhon con frialdad—. Y eso es un crimen.

—Entonces que me lleven preso otra vez —lo desafió Heston—. ¡Volveré a salir bajo fianza y volveré a perseguir a la maldit@...!

Sin mediar palabra, Jhon lo pateó dos veces y Heston se encogió boca abajo tratando de protegerse. Intentó levantarse cuando sintió el bastón en la espalda pero el pie de Jhon se lo impidió. Heston ni siquiera podía imaginar lo que pasaría, pero aquel bastón se detuvo en algún punto sobre su columna y presionó.

—Tú no volverás a perseguir a nadie en tu vida —gruñó Jhon—. Mucho menos a mi mujer.

Su pie cayó violentamente sobre la cabeza del bastón, y lo siguiente que se escuchó fue el sonido doloroso del hueso aplastado y roto. Los gritos de Heston se alzaron en medio de la noche hasta que finalmente cayó desmayado, y Jhon respiró profundo antes de llamar al detective.

—Gracias por estar aquí —dijo con voz apenas audible.

Jhon le regaló una sonrisa tranquilizadora y luego se alejó para servirle una copa de vino a Chiara. Ella lo tomó con agradecimiento mientras se sentaban a conversar juntos.

—No entiendo cómo es posible que no haya visto esto —dijo ella tristemente—. Pude ver su bancarrota, pero no su carácter. No suelo equivocarme así.

—Hay gente que tiene talento especial para mentir —le dijo Jhon suspirando—. Heston simplemente no es un buen tipo, no eran tan cercanos como para que lo notaras.

Después de algunos minutos de silencio, Jhon arrugó el ceño y no pudo evitar aquella pregunta.

—Chiara, hoy en el interrogatorio escuché algo y... de verdad quiero olvidarlo, pero tengo que preguntar. Lo que dijo Heston... ¿Es cierto que guardas dinero para la mafia?

Chiara hizo un gesto de cansancio y se encogió de hombros.

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