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Un contrato de amor romance Capítulo 71

Drake pego mis manos a la pared sosteniendolas fuerte.

Sus labios se apegaron a los míos agresivo.

- ¿Me deseas?.

En casos normales diría lo contrario a la verdad, pero ahora, que me estoy muriendo por tenerlo dentro de mi, hace que le diga todo, el me tiene en la palma de su mano.

- Te deseo más que nada Drake... - solo esas palabras bastaron para que el despojara el vestido que llevaba puesto.

No habíamos hecho nada, no quise que lo hiciéramos en el carro, no aún.

Me quedé en ropa interior.

Drake con su fuerza me alzó, lo rodeé con mis piernas en su cintura. Camina sin dejar de besarnos, sus manos viajaban por toda mi espalda, baja a mi trasero y lo aprieta, solté un gemido que quedo atrapado entre el beso.

Su boca bajó hasta mi cuello, succionando, ladeé mi cabeza hacia atrás para darle espacio.

El roce de la yema de sus dedos me desesperaba.

- Drake - susurré exitada.

Caminó hasta recostarnos en la cama.

Ahora fue delicado, quito su ropa hasta quedarse en bóxer

Dejó besos desde mis rodilla hasta mi estómago.

Me retorcí un poco por la sensación, las cosas que provocaba en mi eran irrevocables.

Sostuvo mi cuerpo con sus manos.

Lo miré, asentí.

Escuché el crujido de un preservativo. Segundos después lo sentí entrar en mi.

Aún sentí un leve dolor, pero el placer ganaba siempre.

Su cara quedó cerca de la mía, mis ojos estaban llorosos.

- Dilo.

Mi respiración era irregular.

- Hazlo, entra en mi y muévete.

Y lo hizo, solté un grito ahogado. Se quedó dentro.

- Oh mierda - dije apenas.

- No quiero ser delicado, pero si te duele_

- Hazlo... Solo hazlo - y para ser sincera, yo tampoco quería que fuera delicado.

Salió, entró y salió repetidas veces. Rápido, más rápido.

Mis manos pasearon por su espalda, y con cada embestida dejaba mi marca en él. Cerré mis ojos, dejé salir un largo suspiro. Una fina capa de sudor comenzó a cubrir nuestras pieles.

- Mírame - abrí mis ojos de inmediato.

- Te amo Drake.

- Me encantas - sentí un fuerte latido de mi parte y sonreí para mis adentros.

Sonreí y lo besé. Pero fue ahí donde aumentó su intensidad, ya estaba para terminar.

La cama se movía y chocaba contra la pared provocando un ruido.

Suerte que no hay nadie más.

En su última embestida Drake queda adentro.

Gemí a gritos.

Golpeo su hombro, eso sí dolió. Salió lento y fue cuando ambos llegamos a nuestro más deseado orgasmo.

- Te amo Helka - dejó un beso en mis labios.

Drake quitó su preservativo y lo deposito en el tacho de basura del baño. Escuché la ducha abrirse, después voy yo.

Me paré aún cansada y con las piernas débiles, Drake había salido.

- Todo tuyo - fue a otra habitación.

Mis piernas temblaban, fui hasta el baño, como no cargaba nada puesto me metí a la ducha directo. Hice lo que tenía que hacer y salí envuelta en una toalla.

Me sorprendí al ver sabanas nuevas, snacks y bebidas en la cama en una mesita pequeña.

- Drake - me llevé las manos a la boca.

Fue muy dulce de su parte.

- Sorpresa - dijo sonriente, llevaba una pijama gris cómoda de terciopelo - esto es para ti, y otros que quedaron en casa de mamá.

- Más regalos - agarré la caja negra - ¿Qué es?.

- Averigualo - sonreí.

La destapé, era una tela de terciopelo también color turquesa. El color turquesa era el especial de la familia

Dejé la caja caer agarrando la ropa. Era una pijama.

- Esto es hermoso.

Se acercó - ahora pontela, está noche veremos un maraton de lo que quieras.

Asentí.

Y así fue como pasé la noche con el hombre que amo, compartiendo un conjunto de pijamas, frente al televisor viendo un maratón de documentales.

Ya había amanecido, abrí los ojos pero los volví a cerrar, era sábado, debía aprovechar el día durmiendo hasta tarde, además me dolían aún de las caderas para abajo.

Gracias Drake.

- Helka, ya levanta, voy al trabajo, nana Mery está aquí - me estiré con el objetivo de aun seguir en cama - Helka - abrí los ojos, Drake estaba frente al espejo haciéndose la corbata.

- Aún sigo cansada.

- Bien, nana Mery se irá en una hora a hacer las compras, ¿Puedes acompañarla?.

- Esta bien... ¿Vendrás a comer?.

- No estoy seguro, debo asegurar unos pedidos, hoy veré a Jerry.

Volví a cerrar los ojos.

- Bien, iré donde mamá después del medio día.

- ¿Enserio?.

- Si, iré a ver a mi hermana.

- Hablando de hermanas, la mía vendrá antes del medio día, dice que quiere compartir un día contigo, antes de irse.

71 ° Una hija más ° 1

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