Me volví a él quedando frente a frente cuando vi tal escena.
- Ay no.
- ¿Qué pasó? - Drake quiso abrir la puerta pero me puse en su camino.
- Eh... No creo que quieras ver eso - alzó una ceja.
- Helka, quiero saber - apreté mis labios y me hice a un lado lentamente.
Drake se asomó cuidadoso.
Duró dos segundos y retrocedió.
- Bien por mis primos - dijo para luego llevarme de la mano con los demás.
Sabía que el estaba así como yo, asombrada, hasta decepcionado, pues resulta que el primo acosador y una prima más estaban revolcándose en una de las habitaciones de los padres de Drake. No le ha de molestar que sea la casa de ellos, le ha de molestar el que son primos.
Bajamos en silencio, lo más rápido posible.
- ¿Puedes olvidar aquello? - lo quedé mirando mientras llegábamos a la sala.
Varios tíos me sonrieron.
- Drake, sobrino - Charly choca manos con Drake - sobrina.
Sonreí.
- Te ves divina y digna - dijo en forma de halago.
- Gracias - respondí amable.
- ¿Cómo está tu esposa?.
- Bien, mejor con los tratamientos - apretó sus labios.
- Ojalá algún día puedan cumplir su sueño.
Extrañamente surgieron teorías de su conversación.
- Mi esposa... - Charly me miró- es infértil,... No puede tener hijos.
Lo supuse.
- Eh, lo siento - sobé mi piel del hombro.
- Hola - se acercó una chica de cabello negro con cerquillo de estilo único, ojos azules, iguales a los de Drake y labios finos.
- Aisha - dijo Drake sonriendo.
- Drake, al fin nos podemos volver a ver - le mira de pies a cabeza.
Sus palabras me confundían, ¿Quién era esta chica?.
Drake se acercó y la saludo.
- Helka, ella es Aisha, mi hermana - me quedé en shock.
Sabía de la existencia de un hermano, pero no de una hermana.
Hoy parecía ser el día de "Hola, soy tu hermana".
- Hola, así que tu eres la famosa Helka - ¿Enserio?, ¿Tan famosa seré?, Phil dijo lo mismo al conocernos.
- No soy famosa, pero si, soy Helka - nos dimos un apretón de manos.
- Te ves radiante - me hizo dar una vuelta.
- Gracias, igual tu.
Aisha llevaba un vestido negro de terciopelo, elegante, unos tacos negros altos.
- ¿Por qué estas aquí? - Drake sonó menos amable.
- ¿No te alegra verme? - dice Aisha posando una mano en su cintura.
- Claro, siempre que vienes traes problemas no tan legales que digamos - Drake mete sus manos a los bolsillos.
Hubo un silencio terrorífico.
Drake me mira, ella cree que no se el asunto de la familia Bénedict, aquí vamos de nuevo.
- ¿De qué hablas? - soltó una carcajada - solo que, ya extrañaba a mi familia..., ¿No? Charly.
Charly no dijo ni pío.
- Ella lo sabe Aisha, no es necesario que finjas.
Aisha voltea a mi y me mira directo a los ojos queriendo adivinar sus dudas.
- ¿Lo sabes? - asentí lento - ay, no sabes de la que me libraste cuñadita, no quería volver a mentir.
Aisha se dirigí al mueble y se deja caer cansada.
- Aisha, no respondiste mi pregunta.
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