—¡Hermana! ¡Hermana!
Xi Xinyi rápidamente empujó a Han Yifeng, se levantó la falda y corrió escaleras arriba.
Cuando la multitud vio esto, todos se sorprendieron de manera instantánea.
Sólo habían oído hablar de la hija del alcalde Xi, Xi Xinyi. ¿Pero, acaso ella acaba de llamar a esa mujer de negro "hermana"? De hecho, la había llamado así en voz alta y corrió sin importar su imagen.
¿Qué estaba pasando?
La multitud sorprendida levantó la vista mientras seguía con la mirada la dirección hacia la que Xi Xinyi corrió. Sólo vieron de manera vaga una figura delgada y con traje negro en el pasillo del segundo piso.
Cuando Han Yifeng vio esto, frunció un poco el ceño. Después de pensarlo por una fracción de segundo, finalmente la siguió escaleras arriba. Inmediatamente todo el salón se volvió caótico y comenzaron los susurros. La multitud se asombró al ver al segundo piso.
—¡Detente ahora mismo!
Xi Xiaye acababa de pasar junto a Den Wenwen, poco después que la severa voz de ella se escuchara al instante. Quería ignorarla,pero los dos guardaespaldas que estaban detrás de Den Wenwen también la habían seguido y al instante bloquearon su camino,obligándola a detenerse.
—Ya has conseguido lo que deseas. ¿Qué más quiere de mí, Directora Deng?
Su tono frío no tenía ni una pizca de calidez.
—¿Qué actitud es esta? —Den Wenwen frunció el ceño descontenta.
—Esta debería ser la legendaria heredera de la familia Xi, señorita Xi Xiaye, ¿no es así?
De repente se produjo una risa malvada de un hombre. Xi Xiaye miró porel rabillo del ojoy se dio cuenta que ese rostro ligeramente femenino pero encantador era muy familiar. Si ella lo recordaba, ¡éldebía ser el joven maestro de Qi Kai, Qi Leí!
Cuando vio que Xi Xiaye no respondió, Deng Wenwen gritó: —Xiaye, ven rápidamente y saluda al maestro Qi.
Ella había invitado a QiLei con bastante dificultad. Obviamente, Deng Wenwen, no quería arruinar las cosas de esa manera. Si Qi Lei pudiera enamorarse de Xi Xiaye, definitivamente seria algo fantástico. No sólo resolvería perfectamente la crisis de Yueying, sino que Xiaye también podría casarse con una familia prestigiosa y obtener un hogar digno.
La mirada de QiLei se posó en Xi Xiaye. Cuando la mirada terca e indiferente de Xi Xiaye chocó con la de él, repentinamente una luz brilló en los ojos de ese hombre. Era el tipo de mirada destellante que tenía una bestia cuando encontraba a su presa.
Habían dejado que Xi Xinyiapareciera hace unos días ya que pensaban que él estaba interesado en la mujer y querían que Qi Kai considerara invertir en algunas cosas. Sin embargo, ya que era la hija del alcalde, ¿Qué tenía de malo divertirse?
Ahora, claramente, la Xi Xiaye que estaba frente a él es éste momento le pareció mucho más atractiva. No fue sólo por su apariencia fría y exquisita, sino más bien porque era la Directora de Planificación de Glory World Corporation. No había muchas mujeres que a una edad tan temprana tuviera tal belleza y fuerza física. Fascinado por esto, él ya estaba bastante interesado en ella.
La reacción de QiLei fue detectada por Den Wenwen y ella sonrió, consciente de lo que estaba pasando.
Deng Wenwen miró a Qi Lei y de repente suavizó su tono para decir: —Xiaye, el maestro Qi es el invitado de honor de la familia Xi. Lleva al maestro Qi a dar un paseo. Hay muchas personas acá adentro. Al igual que tú, al maestro no le gustan las multitudes. Tal vez puedas visitar la residencia del Maestro Qi. Eso también sería bueno, ya que tu madre es muy cercana al tío y la tía Qi.
—¿Me pregunto si tengo el honor, señorita Xi?
La risa simple y malvada de QiLei resonó.
—Me temo que te has equivocado de persona, Maestro Qi. Sólo hay una señorita en la familia y esa es Xi Xinyi— de repente, Xi Xiaye se giró para mirar directamente a Deng Wenwen con una mirada increíblemente tranquila —Te lo dije...¡Si quieres usarme como chip de tus transacciones matrimoniales, sigue soñando!
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