Un Vaquero Enamorado (COMPLETO) romance Capítulo 18

El que pensaba mantenerse alejado de ella, y ahora resultaba que Grisell tenía otros planes para él. La puerta de su cuarto estaba entre abierta así que entro sin tocar, era más que imposible que estuviera desnuda así que no dudo en entrar.

− Hola, ¿estás lista para ese baño? Le dijo metiéndose las manos en los bolsillos.

− Le dije que no te molestara con esas cosas.

− ¡Ya! Pero ya estoy aquí, así que te llevare al baño.

− Si supongo que sí. Le dijo encogiéndose de hombros.

− ¿Mi presencia te molesta?

− No te sientas tan importante.

− Anoche no parecía que te molestara mucho. Le dijo acercándose a ella.

Como se atrevía pensó Megan, era un idiota.

− Solo fue una noche que no se repetirá, tal vez fue la cerveza que se me subió a la cabeza y no me dejo pensar con claridad.

Así que solo una noche, no le importo un bledo haber hecho el amor con él o es que se lo estaba inventando. Sus gemidos y aruños no parecían falsos o que no los quisiera repetir.

− De acuerdo si tú lo dices así será.

− ¡Por supuesto! Le dijo ella.

La tomo en brazos y la llevo hasta el baño.

− Hasta aquí llega mi trabajo, supongo que Grisell vendrá ayudarte con el resto.

− Si. Por favor cuando puedas dile que suba.

− Hmm… al parecer la palabra por favor si esta en tu vocabulario. Le dijo dándose la vuelta y saliendo del baño.

Porque tenía que ser tan irritante y atractivo a la vez. La estaba volviendo loca y él estaba consciente de ello.

− Bueno, ya estas lista, mi niña le diré a Jack que suba para que te lleve a la cama.

− Abuela esto es sumamente incómodo para los dos, lo sabes.

− Son un par de adultos y todos vivimos bajo este mismo techo. Tenemos que aprender a llevarnos a bien, anda vístete rápido.

− ¿Dónde demonios esta Melisa?

− Aun no llega con Rodrigo.

− ¡Fantástico!

Su amiga desaparecida con su novio, y ella con un pie malo. Salir de la bañera había sido lo más difícil que ambas pudieron hacer, notaba que su abuela no podía hacer tanto esfuerzo. A partir de mañana Melisa la ayudaría en todo, ¿Dónde se habría metido? Desde que salía con Rodrigo casi no la veía, seguramente terminaría yéndose sola para Atlanta.

− ¿Estás visible? Una voz en la puerta del baño la saco de sus pensamientos.

− Si pasa.

− ¿Entonces te llevo a la cama?

− Si por favor.

La tomo nuevamente en sus brazos y el olor que percibió de ella lo embriago, olía a cerezas estaba seguro que la noche anterior no olía así.

− ¿Ese olor es de uno de tus lociones? Le pregunto con cautela.

− ¿Qué? Hmm si, así es.

− Hmm.

− Supongo que tu amiga o tu abuela estarán al pendiente de ti por las noches.

− Así es, así que no te preocupes porque te moleste.

− ¡Genial! Porque deseaba dormir toda al anoche.

− Esto no es más molesto para mí que para ti, no hace falta que seas tan sarcástico. A partir de mañana Melisa me ayudara en lo que necesite.

− ¡Me parece bien! Le dijo encogiéndose de hombros.

− ¡Bien! Buenas noches.

− Buenas noches. Le dijo riéndose.

Tres semanas con ella en la casa sería una tortura. Tenerla en brazos le hacía recordar la noche anterior, por lo menos ella había solucionado el asunto de tener que llevarla a todas partes. Se metió en su habitación se desvistió y se tumbó en la cama.

Una llamada muy lejana interrumpió sus sueños, abrió los ojos tratando de orientarse hasta que escucho la voz de Megan, se levantó de un salto y fue directamente hasta la puerta de la habitación contigua sin esperar tocar entro a toda prisa, pensó que tal vez esta se había caído y se había lastimado el pie, pero cuando abrió la puerta la encontró medio sentada en la cama.

− ¿Qué ocurre? Acercándose a ella.

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