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Vendiendo mi virginidad... AL CEO romance Capítulo 148

PDV Teresa

Después de que

Clara se fuera, tome los maletines y me los lleve conmigo, fue algo difícil de hacer

esto, ya que tuve que cargar también con lo de Vincent, pero de algún modo me

las arregle, tome un taxi y me fui a mi casa.

En el camino

estaba bastante nerviosa, tenía 3 millones en efectivo en esos maletines, me

preocupaba perderlos de algún modo, solo pude relajarme cuando finalmente llegue

a las puertas de mi casa, donde estaba segura de que no se perderían.

Fui a mi cuarto y

puse los maletines cerca de mi cama y empecé a pensar un poco sobre lo que tenía

que hacer.

Mientras estaba

en ello, recibí una llamada de Vincent, necesitaba mi ayuda en el trabajo, era

urgente, escondí muy bien los maletines en mi cuarto de forma que nadie pudiera

verlos, sería mucho problema si mi hermano se enterase.

Después de

arreglar todo, me fui con Vincent, en el camino, me vinieron a la mente varios

pensamientos sobre como seria si yo fuera la jefa en lugar de empleada… siempre

había tenido esta posición hasta ahora, y me daba curiosidad como seria

intercambiar roles.

Sacudí al cabeza

en cuanto esos pensamientos proliferaron, las palabras de Clara ya se habían

metido mucho en mi cabeza.

Trate de

distraerme pensando en otras cosas pero cada cierto tiempo aparecían esos

pensamientos, así fue hasta que llegue al lugar en el cual debía reunirme con

Vincent.

Parecía ser un

club privado, di mi nombre y dije que venía de parte de Vincent y me dejaron

entrar, poco después pude encontrarlo, estaba vestido con ropa para jugar tenis.

— ¡Teresa! ¡Por

aquí! —me grito, mientras alzaba la mano, estaba reunido con varias personas,

supuse que eran socios.

Fui hacia él, y

el tonto me presento como su novia ante esas personas mientras me tomaba de la

cintura, le di un leve golpe en la cabeza y me separe de él, y mientras nos

miraban, Vincent les dijo que éramos una pareja BDSM, y ahora era mi turno de

ser la “sádica”.

Explico así el

golpe que le di…

También dijo que

disfrutaba mucho su papel de sumiso, y más cuando llegaba la noche, lo peor fue

que hubieron algunos que le creyeron, y justamente había una pareja BDSM entre

ese grupo.

Le ofrecieron

Vincent cambiar sumisas, él acepto, no si fue en serio o no, pero quise darle

otro golpe por eso, me contuve, puede que de verdad creyeran que yo era algo de

Vincent si seguía así.

Después de eso,

Vincent me llevo junto con él, habían 6 socios con los cuales estaba reunido, y

hablaron de varias cosas, Vincent me hizo tomar notas de todo lo que hablaban,

fue sencillo, lo difícil fue cuando tuvimos que jugar tenis en pareja con algunos

de ellos.

Nunca en mi vida había

jugado, le dije esto a Vincent, no supe responder a lo que me dijo.

—Yo tampoco

Teresa, ambos aprenderemos justo ahora —me dijo antes de llevarme a cambiar mi

ropa.

Después de eso me

llevo a la cancha, había mucha gente mirando, no quería hacerlo pero Vincent de

todas formas me llevo al interior para jugar.

—No te preocupes

Teresa, si pasamos pena, pasaremos pena

“juntos” —se fue a su posición al decir esto.

Hicimos el

ridículo como esperaba, Vincent fue el primero en hacerlo… debía ser el primero

en sacar, fallo el tiro y la pelota cayó al suelo, y eso paso un par de veces más

en el resto del partido, aunque con el tiempo pareció acostumbrarse poco, pero

de todas formas siguió dando pena.

Yo fui la peor

entre los 2, a medida que jugábamos, varias de las pelotas que devolví

terminaron golpeando a la gente, primero fue a Vincent, le di un pelotazo en la

espalda, después fue a al árbitro del partido, le di tan fuerte que se cayó de

su silla, e incluso hubo un momento en que no agarre bien la raqueta y se me

escapo de las manos, volví a golpear a Vincent de nuevo.

Por suerte no se

permitían los teléfonos aquí, sino volvería a ser viral en la internet.

No fuimos los

únicos en jugar mal, la pareja con la cual competíamos tampoco sabía jugar, eso

hizo más llevadero todo, y al terminar supe que este juego solo era uno de

prueba, según Vincent, él y sus socios querían ver que tan mal podían jugar

como novatos.

Vincent y yo nos

despedimos de ellos antes de ir a comer algo juntos.

—Tienes más

fuerza en los brazos de lo que esperaba Teresa, ese pelotazo en mi cuello casi

me mata, por poco conviertes este juego en el primer tenis fatal de la

historia.

—Me hubieras

dicho desde el principio que ese juego era solo para reírse de lo mal que

jugábamos, no hubiera estado tratando de hacerlo bien.

—Si así juegas

tratando de esforzarte por hacerlo bien, no quiero ni imaginar cómo lo harás si

lo haces sin esforzarte… de seguro en esa ocasión si lograras convertirme en la

primera víctima del primer tenis fatal de la historia.

—Cuando eso pase,

no esperes que llore en tu tumba.

—Tranquila,

habrán muchas dolientes Teresa, miles de mujeres se formaran para besar mi

lapida, estará hecha de oro sólido y en

ella dirá “de lo que se perdió el mundo”, será maravilloso, mi suegra de seguro

será la que más llorara.

— ¿Tu suegra?

—Sí, aunque para

que eso pase, primero necesito enamorarla con mi encanto, ¿Cuándo la voy a

conocer Teresa?

—Vincent, no creo

que sea momento para eso, tengo muchas cosas en la cabeza.

—Vamos Teresa,

debes presentármela, no es justo, ¿Cómo puedes dejar que una suegra no conozca

a su yerno?

—Ni siquiera es

tu suegra.

—Pero lo será

Teresa, eso es seguro, todavía estoy discutiendo los detalles, pero en mi mente

ya eres para mí.

—Ahora que

recuerdo Vincent… ¿Qué fue eso de que estabas discutiendo como “repartirme” con

Tomas?

— ¿Él te lo dijo?

—Si.

— ¿Cuándo

hablaron?

—En el hospital

donde está mi ma… en la calle.

—Fue en el

hospital donde estaba tu madre ¿Verdad?

—Bueno… sí.

—… Teresa… juro

que si no fuera tan bueno contigo… te cargaría y te echaría del club.

—No es lo que

piensas Vincent.

— ¿Ah no? Y dime

¿Qué hacías con Tomas en el hospital donde estaba tu madre? ¿Ves lo injusta que

eres conmigo?

—No es lo que

crees, solo me encontré por casualidad con Tomas allí, él ni siquiera vio a mi

madre en esa ocasión.

— ¿Y esperas que

te crea esa excusa? Yo miento mejor que eso Teresa.

—Es verdad,

estaba con Clara para un cita con el medico por su embarazo.

—… no sé si

Capítulo 148 Me debes 1

Capítulo 148 Me debes 2

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