Venganza Reencarnada de la Rica Heredera romance Capítulo 204

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Al alejarse de la multitud, Rafaela finalmente sintió que podía respirar. Cruzó los brazos, y aunque el hombre frente a ella era una cabeza más alto, Rafaela mantenía una actitud de superioridad, como si lo mirara desde arriba. Cada mirada que le daba a Liberto era un regalo de su parte.

Rafaela soltó una risa despectiva, "¿Tú crees que me vas a dar celos? Campesino, ¿te has mirado al espejo cuando vas al baño? Tú y Penélope son la pareja perfecta, hechos el uno para el otro. Les deseo una felicidad eterna."

Rafaela había aprendido durante años las normas de etiqueta de las familias aristocráticas, y estas ponían gran énfasis en la forma de hablar y la expresión. De no ser así, realmente le hubiera gustado imitar a Maritza Cruz y perfeccionar su habilidad de poner los ojos en blanco.

La mirada del hombre parecía querer desvestirla. Sin embargo, cuando Rafaela miró hacia el mercado nocturno, donde Penélope estaba de pie junto a un puesto, un sentimiento indescriptible y melancólico cruzó sus ojos. Pero cuando volvió a mirar a Liberto, sus ojos estaban vacíos.

Rafaela estiró la mano, con los dedos curvados, y le alisó las arrugas de la camisa en el pecho. "No te preocupes, el día que te cases con Penélope, te regalaré una mansión y la llenaré de flores. Espero que ustedes dos estén siempre atados y que no se me aparezcan, me repugnan. Después de todo, ambos llevan la sangre vil de la gente común, de otro modo, ¿cómo podrían ser tal para cual?"

Rafaela se fue sin mirar atrás, mientras Liberto la observaba con una mirada profunda desde el taxi en el que se marchaba.

Después de la muerte de su padre, Liberto se había convertido en su único apoyo. Ella había depositado toda su confianza y su futuro en él. El testamento de su padre le aconsejaba no entregar fácilmente las acciones de la empresa, pero aun así... decidió dárselas a Liberto por voluntad propia.

¿Y qué obtuvo a cambio? Su traición y su indiferencia.