Venganza Reencarnada de la Rica Heredera romance Capítulo 247

"Déjalo ir, no quiero verlo."

Rafaela estaba decidida, Liberto dejó el medicamento, tomó unas servilletas para limpiarse las manos y se fue sin decir nada más.

Después de que Liberto se marchó, fue Clara quien le aplicó el medicamento.

Por suerte, no era muy grave.

Durmió un poco y al día siguiente, al despertar, la hinchazón había desaparecido por completo.

Eran las diez y media de la mañana.

Rafaela estaba tomando avena de su tazón. "¿A qué hora se fue él ayer?"

"¿Quién?" Clara tardó en reaccionar, "¿La señorita se refiere al Sr. Liberto?"

"Recuerdo que el Sr. Liberto salió del despacho del señor y se fue poco después."

Rafaela preguntó: "¿No condujo?"

Clara respondió: "No, ¿la señorita lo ha olvidado? Anoche el Sr. Liberto te trajo de vuelta cargándote, no lo vi conducir."

Al escuchar esto, Rafaela no preguntó nada más.

De hecho, anoche, Joaquín recibió una llamada mientras regresaba de Villa Sueño del Cielo. Ayer, el Sr. Liberto tuvo un asunto urgente y dejó a Joaquín y Penélope en un concesionario de autos. Joaquín tomó prestado un auto de la tienda y logró llevar a Penélope de regreso a Villa Sueño del Cielo de manera segura.

"…Hasta aquí los acompaño, queridos estudiantes. Lo que puedo enseñarles es lo que he experimentado personalmente. El diseño no solo debe mostrar el valor del producto, sino también representar el estilo propio. Solo recuerden esto: una obra diseñada con el corazón es más importante que cualquier otra cosa."

"Bueno, vuelve a clase. Ahora que estás en el Grupo Jara, quédate y trabaja bien. Si algún día ya no quieres estar allí, ven a buscarme." Esto lo dijo Ximena a Penélope.

Penélope, nerviosa, entrelazaba sus dedos frente a ella. "Sí, lo sé."

"Gracias por venir a darnos una clase. Recordaré cada una de tus palabras. No te decepcionaré."

Ximena miró a Penélope, sus gestos y palabras le recordaban a su hermana, a quien consideraba la mejor del mundo, aun presente en este. Le acarició el cabello a la chica. "Ve."

Rafaela exclamó: "Oye, estás bloqueando el camino."