Venganza Reencarnada de la Rica Heredera romance Capítulo 56

Así podría hacerle saber a su padre de manera indirecta que su relación con Liberto ya había tenido problemas desde hacía tiempo y el día que se enfrentaran a la verdad y se divorciaran, su padre no sufriría un golpe tan repentino que su corazón no pudiera soportar.

Después de este incidente, probablemente su padre ya lo habría entendido.

El desacuerdo entre ella y Liberto...

En la tarde, sin mucho qué hacer, Rafaela decidió intentar cocinar.

Pero lamentablemente, mirando los platos quemados y su mano quemada, Rafaela terminó arrepintiéndose y al final, decidió pedir comida a domicilio para pasar la noche…

A las seis y media de la tarde, Rafaela recibió otra llamada del director de su programa, esta vez era sobre un concurso.

Rafaela, de manera evasiva, dijo, "He decidido no participar en el concurso. Encontraré otra forma de resolver lo de los créditos académicos" y sin esperar el regaño del director, Rafaela colgó el teléfono.

Esa noche, Rafaela no durmió bien y amaneció con ojeras marcadas bajo sus ojos.

Con audífonos puestos, escuchando el sonido de un piano, Rafaela caminó hasta la entrada de la universidad...

Se encontró con Maritza, que bajaba de un Porsche Cayenne, vestida con un uniforme de marinero, adoptando un estilo escolar. Maritza, con una invitación roja en mano, la puso con fuerza contra el pecho de Rafaela, "Mi fiesta de cumpleaños es la próxima semana, esta es tu invitación. Si no vienes, Rafaela, ¡estás muerta!"

Al ver que Rafaela tomaba la invitación, Maritza, con arrogancia, cruzó sus brazos y la miró. "...¿No temes que te opaque?"

Maritza rio despectivamente, "¿Tú, quitarme el protagonismo? Rafaela... deberías mirarte más en el espejo, ¿eres más bella que yo?" Dicho esto, jugueteó con su largo cabello sobre los hombros.

"Vamos, ve a clase. Ya va a empezar".

La próxima semana... era un viernes, justo cuando se debía entregar el último diseño.

A Rafaela no le importaba abandonar la competencia y asintió en acuerdo.

"Entendido, estaré allí".

La chica preguntó cautelosamente, "Maritza, ¿quién es realmente esta Rafaela?"

"¡Sí! Siempre te oímos quejarte de esta Rafaela. ¿Por qué ahora la defiendes?"

Maritza siempre hablaba mal de Rafaela a sus espaldas porque siempre le robaba el protagonismo.

No era la primera vez que competían abiertamente.

En una gala benéfica el año pasado, Rafaela había subido la oferta por un conjunto de joyas hasta veinte millones de dólares. Maritza la siguió de cerca y finalmente lo consiguió por veinticinco millones de dólares.

Pero al final, nunca imaginó que Rafaela, esa desgraciada, le jugaría sucio.

Ese conjunto de joyas de jade era una edición limitada de alta costura de Grupo Jara, que en el mercado valdría alrededor de ochenta o noventa millones y al final, todo ese dinero terminó en los bolsillos de la familia Jara.