Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 1061

Todos los presentes se pusieron de pie al mismo tiempo, estallando en fuertes aplausos.

Poco después, el maestro de ceremonias salió de la sala de espera VIP junto con dos hombres de mediana edad y sus asistentes.

Ambos se dirigieron al podio, respetando el espacio de cada uno.

"Por favor, diga unas palabras a todos los presentes, señor Cliffson", dijo Vale a un hombre gordo de mediana edad con gafas de montura negra y una sonrisa.

Hugh Cliffson sonrió. "El señor Hayes ha venido hasta aquí. ¿Por qué no dejamos que él hable primero?".

A su lado, un hombre alto y delgado sonrió también. "Está bien. Usted es el anfitrión. Usted debería hablar primero".

Ambos hombres insistieron un rato más antes de que Hugh soltara una risita y se acercara al micrófono.

"Todos los presentes son, sin duda, miembros de la élite empresarial de la provincia de Éxodo, así que no les haré perder su valioso tiempo. En nombre de la Alianza de Cámaras Empresariales de Éxodo, estoy seguro de que trabajar con la Cámara de Comercio Kiwanis dará grandes resultados en términos de desarrollo para toda la provincia de Éxodo y deseo sinceramente lo mejor para todos. Sigan trabajando así de bien y a partir de ahora, ¡solo conseguiremos prosperar!".

El público aplaudió y vitoreó, y Hugh le indicó cortésmente a Jan que subiera al escenario.

Jan sonrió y se acercó al micrófono. "Gracias por todo su duro trabajo. Estoy seguro de que todos saben que la Cámara de Comercio Kiwanis es la mejor de toda Dasha, con conexiones y recursos incomparables. Su elección de trabajar con nosotros es sin duda una incorporación inestimable a nuestra cámara y nuestra colaboración les aportará notables beneficios a todos ustedes también. ¡Trabajemos todos juntos y esforcémonos por un mañana mejor!".

Los vítores fueron prácticamente ensordecedores.

Aquel hombre era un representante de la Cámara de Comercio Kiwanis y ocupaba un cargo aún más importante que el de Hugh.

Era importante señalar que una persona a cargo de una provincia era difícilmente comparable a alguien de la Cámara de Comercio Kiwanis; todos en aquella sala lo sabían.

Incluso el propio Hugh lo sabía, por lo que aplaudió aún más fuerte que nadie.

Como responsable de la cámara, era el primer gran logro que conseguía para sí mismo, así que estaba exultante.

Todo el mundo estaba desbordado de emoción, perdido en el regocijo y la alegría. Era importante señalar que esto significaba que ahora tenían la oportunidad de expandirse más allá de la provincia de Éxodo, incluso más allá de la propia nación. Era un momento realmente extraordinario.

La gente en este salón trabajando junta ya era una fuerza aterradora e intocable.

Además, ahora contaban con el apoyo de la Cámara de Comercio Kiwanis.

Eso solo los hacía aún más aterradores, con un enorme nivel de influencia en la industria empresarial nacional.

Justo entonces, Wilbur miró a Dani y dijo: "Tengo que admitir que es bastante impresionante. Pero es una lástima que, aunque se esfuercen al máximo, nunca podrán ocultar lo horribles que son y lo chupasangres que son en el fondo. Así que, ¿por qué se molestan en mostrarse tan altivos y poderosos?".

"¿Qué acabas de decir?". La expresión de Dani se ensombreció de inmediato.

Wilbur soltó una risita. "Este es el caso más obvio de abuso de poder para aprovecharse de los débiles. Los despojan de todo lo que tienen y los empujan a la muerte, ¡y aún tienen el descaro de hacerse los poderosos! Incluso se atreven a considerarse de clase alta. Creo que voy a vomitar".

"¿Sabes siquiera dónde estás ahora mismo? Escucha. ¡Cada una de las personas sentadas aquí podría hacer que te maten en cualquier momento!". Dani dijo, su voz imposiblemente fría.