Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 1064

Se pudieron oír unos gritos de agonía y Ryder volvió a su asiento.

Los guardaespaldas que él acababa de rodear se estaban agarrando las muñecas de dolor y se desplomaron en el suelo.

En un abrir y cerrar de ojos, Ryder les había cortado una mano a cada uno.

Wesley se quedó boquiabierto.

Ryder había estado frunciendo el ceño en silencio todo el tiempo, por lo que Wesley no le había dicho ni una sola palabra.

Wesley pensó que Ryder era uno de los asistentes de Wilbur o algo así.

Sin embargo, resultó que aquel tipo era poderoso y despiadado.

Pero la expresión de Ryder no cambió.

Alguien había amenazado la seguridad de un miembro del Departamento de Investigación y Defensa Paranormal. Se consideraba un acto de piedad que Ryder no los matara en el acto.

Dani también estaba conmocionada hasta la médula, mirando a Ryder con aturdimiento.

Vale apenas podía creer lo que veían sus ojos.

A pesar de que estos guardaespaldas no eran sus hombres más fuertes, estaban al menos en el nivel Aura.

¿Cómo era posible que a todos ellos les hubieran cortado una mano con un solo movimiento?

La expresión de Vale se volvió ahora mucho, mucho más fea.

Wilbur habló entonces: "¿Así que tú también lo admites, señor Yoma, que fuiste tú quien les quitó la empresa a los Miller, lo que provocó la muerte de los padres de Wesley? Bueno, estoy seguro de que la indemnización que planteé no será mucho problema ahora, ¿verdad?".

Vale se sintió abrumado por el terror y no pudo articular palabra.

En ese momento, sin embargo, los demás presentes se dieron cuenta de lo que acababa de ocurrir y lanzaron gritos de terror.

Chancy y Laurent se apresuraron a tranquilizar a Hugh y Jan a la vez, corriendo con un grupo de guardaespaldas para rodear la mesa VIP.

Causar una escena en un día como hoy, sin embargo, era imperdonable sin importar la razón.

"¡Llévenselos y vigílenlos!", gritó Laurent, poniendo cara dura al ver la actitud obstinada de Wilbur.

Vale, Chancy y Laurent seguían pensando que lo mejor era que Wilbur y los demás se los llevaran lejos del lugar. Después de todo, era un día importante que no debía interrumpirse.

Se encargarían de Wilbur por el asalto cuando todo terminara y harían que se arrepintiera de verdad de sus actos.

Los tres hombres llevaban consigo una docena de guardaespaldas, uno de los cuales era de nivel Ambiente. Era imposible que no pudieran acabar con esos bastardos.

Los guardaespaldas cargaron hacia delante y uno de ellos, bajo y corpulento, incluso descargó una oleada de presión espiritual.

Wilbur se limitó a sonreír, lanzando una mirada consoladora a Wesley.

Alguien se levantó nuevamente, propinando unas cuantas patadas voladoras a los guardaespaldas más cercanos antes de abalanzarse sobre el hombre bajo y corpulento.