Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 1077

La expresión de Elsa se ensombreció ante la afirmación, descargando una fuerte bofetada en la cara de Dane.

Dane quedó aturdido y se agarró la mejilla mientras temblaba.

"Llévense a Hudson y envíenlo de vuelta a la brigada para que se ocupen de él", gritó Elsa.

Los miembros de su equipo entraron en acción de inmediato, le quitaron toda la armadura y las armas a Dane, y lo esposaron".

"Y los pocos de ustedes, van a estar en confinamiento una vez que la misión haya terminado. Quiero un informe sobre esto". Elsa se volvió hacia el resto de compañeros de Dane.

Los oficiales asintieron con la cabeza, maldiciendo internamente a Dane una y mil veces.

¿Por qué tenían ellos la culpa de sus cagadas?

Dane se aterrorizó entonces, mirando a Wilbur temblorosamente. "Por favor, viejo, déme otra oportunidad. Le juro que no volveré a hacerlo".

Dane seguía desesperado por tener una oportunidad de redimirse. Era importante tener en cuenta que entrar en las Fuerzas Especiales ya era bastante difícil de por sí y llegar al puesto de jefe de equipo lo era aún más.

Si Dane era castigado por este incidente, perdería toda esperanza de acceder a cualquier puesto gubernamental en el futuro. Su futuro sería sombrío.

Sin embargo, Wilbur lo miró fríamente. "Eres despiadado y egoísta, abusando de tu poder para castigar a alguien por un asunto personal. La gente como tú no tiene lugar en el equipo de las Fuerzas Especiales. Solo hundirás a todos. Acepta tu castigo".

La expresión de Dane se volvió cenicienta. Sabía lo mucho que Elsa parecía respetar a Wilbur.

Las palabras de Wilbur bastarían para ser el fin de su carrera y le esperaban castigos aún más aterradores después de esto.

Aquel pensamiento hizo que a Dane le temblaran las piernas y que el sudor le resbalara por la espalda.

Elsa lo miró fríamente. "Llévenselo".

Dos agentes de las Fuerzas Especiales se acercaron e hicieron lo que se les había ordenado.

"El soporte que sostenía el amuleto estaba en perfectas condiciones. Las cámaras solo captaron imágenes de una figura borrosa y nadie sabe cómo consiguió llevarse el Amuleto de la Guerra del Tigre. Según la información recopilada en los últimos dos días, la figura guarda cierto parecido con un conocido ladrón que se hace llamar Venomadder. Hemos reunido todos nuestros recursos, pero lo único que sabemos es que ha desaparecido más allá de la frontera nacional. Creemos que se ha colado en el norte de Manand", dijo Elsa.

Wilbur se sumió en sus pensamientos.

Alguien capaz de robar el Amuleto de la Guerra del Tigre de un lugar tan estrictamente vigilado tenía que ser un cultivador especializado en el robo.

Los cultivadores ladrones eran los mejores ocultándose y utilizando habilidades como el camuflaje, lo que dificultaba su localización.

A pesar de que robar un tesoro nacional llamaría la atención de los departamentos nacionales, la mayoría de los cultivadores nunca correrían ese riesgo. Solo Venomadder tenía las agallas para hacerlo.

"¿Tenemos más información sobre él?". Wilbur miró a Elsa.

"Esta persona ha sido un sospechoso clave en muchos grandes atracos. Tiene estrechos vínculos con grandes corporaciones estafadoras y grupos marciales también en el norte de Manand. A menudo se le ve entrar y salir del país. También da muestras de ser malvado y despiadado, de ahí su nombre".

"¿Tienes un plan?". Wilbur preguntó, mirando a Orin.