Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 109

A Elsa se le iluminaron los ojos, pero no dijo nada.

Estaba pensándolo bien.

Benny dijo que lo habían estafado para que se uniera al círculo de jugadores de Benny, que había perdido mucho dinero y se había visto obligado a pedir prestado a prestamistas. Incluso le habían obligado a renunciar a su empresa. Era la clásica trampa mortal.

Sin embargo, Benny no tenía pruebas que pudieran presentarse. La investigación se suspendió y Elsa no podía hacer nada.

Si Wilbur conseguía algún tipo de prueba, ella podría reabrir el caso. Su superior no tendría excusa para impedírselo y podría haber un gran avance en el caso.

Al pensarlo, Elsa dijo de inmediato: "¿Dónde estás? Deberías venir a la comisaría y te pondré un micrófono. Eso garantizará tu seguridad, y también obtendremos la prueba".

"Kenji Lilith no es idiota, Jefa Janae. Es imposible que un micrófono funcione. Si lo encuentra, perderé mi oportunidad", dijo Wilbur.

Elsa se quedó en silencio, antes de preguntar: "¿Qué piensas hacer, entonces?".

"¿Qué te parece esto? Te presentas en el bar Dragón Negro mañana a las seis de la mañana con un equipo y haces un registro del lugar", dijo Wilbur.

Elsa preguntó: "¿No te preocupa meterte en problemas? Las pruebas podrían haber desaparecido para cuando lleguemos y lo encontremos".

Wilbur se echó a reír. "No te preocupes por eso. Mantendré todo bajo control y me aseguraré de que nadie se vaya. Tú preocúpate de atrapar a tu hombre".

"¿Estás seguro de que conseguirás al tipo?". Preguntó Elsa, sorprendida.

Wilbur respondió: "Sé lo que hago. No te preocupes. Hasta luego".

Wilbur colgó la llamada y se rio para sus adentros.

No sabía que Elsa había tenido problemas en la investigación.

Sin embargo, sí sabía que era imposible que Kenji saliera libre de algo así. Eso significaba que la investigación estaba definitivamente afectada.

Después de todo, se lo había prometido a Benny. Al menos tenía que cumplir su parte del trato.

Además, alguien como Kenji era una gran amenaza para la sociedad y sin duda había que acabar con él.

Wilbur se puso a meditar después de planearlo todo. No era tan difícil y no requería pensar mucho.