Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 1131

Sin embargo, el bombardeo no se detuvo y la descarga continuó.

El suelo temblaba por el potente impacto.

El impacto causado por las bombas hizo que los edificios en un radio de cien metros se derrumbaran.

No había zonas que no se vieran afectadas, teniendo como centro el edificio de la Corporación Leeker. El suelo seguía hundiéndose por los constantes bombardeos.

Griffin y los demás observaron cómo las bombas caían sobre la ciudad en ese momento.

Las vidas de los habitantes de la ciudad no eran de su incumbencia.

Los bombardeos cesaron tras unos diez minutos de continuas explosiones.

Entonces, miraron a su alrededor.

Las casas de Villa Espiral estaban casi completamente destruidas. Solo quedaban en pie algunos edificios en las fronteras, pero también estaban a punto de derrumbarse por el bombardeo.

Se quedaron esperando a que el polvo se asentara.

Jasper dijo fríamente: "Sería un milagro que sobreviviese a eso".

"Un cultivador de nivel Santuario también es humano. Ningún ser vivo podría sobrevivir a eso", dijo Wesley con una sonrisa.

Salem comentó: "Griffin, te preocupas demasiado".

Era la primera vez que realizaban un bombardeo a gran escala en un mismo lugar.

Fueron testigos del nivel de bombardeo al que habían sometido el lugar y dudaron claramente de la opinión de Griffin.

Sacudieron la cabeza y sintieron que había sido una pérdida de tiempo.

No podían creer que hubieran desperdiciado su único favor con Wilbur. Era algo que solo podían hacer una vez en toda sus vidas.

Griffin suspiró y miró la demolida Villa Espiral. Dijo: "Parece que me preocupé demasiado por nada. Lo siento, amigos".

De repente, una figura empezó a levitar lentamente desde las ruinas del edificio de la Corporación Leeker.

Estaba de pie en el escudo y no podía creer que no hubiera sentido el impacto de la escena apocalíptica que se desarrollaba fuera de allí.

La aterradora habilidad de Wilbur la estremeció hasta la médula.

Estaba más allá de su capacidad de comprensión.

Ella creía que Wilbur debía ser un dios para poder hacer eso.

Wilbur estaba levitando en ese momento. Los miró y les dijo fríamente: "Vengan aquí y mueran".

Griffin, Salem, Westley y Jasper tenían unas expresiones terribles en sus rostros.

Estaban enfadados y a la vez aterrorizados al oír la declaración de Wilbur, que les hizo temblar incontrolablemente.

De repente, tres hombres de mediana edad que estaban detrás de ellos se elevaron del suelo.

Uno de ellos gritó: "¡Qué atrevido eres! ¡Enséñanos lo que tienes, muchacho!".