Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 1179

Faye y los demás volvieron a cruzar el puente hacia la Isla Lago Marino también.

Justo entonces, Elsa gritó: "Ya lo escucharon. Las autoridades solo aparecieron porque ustedes estaban causando una alteración del orden público. El dueño del lugar los está dejando ir porque todos ustedes son ciudadanos mayores, así que, por favor, váyanse a casa y dejen este lugar en paz".

"Y si ustedes los reporteros se atreven a inventar cualquier rumor para causar que el público envíe odio a gente inocente, ¡ustedes también van a recibir su merecido! ¿Lo entienden?".

El grito de Elsa hizo que todos se calmaran considerablemente. Después de todo, era una jefa de las Fuerzas Especiales con un centenar de oficiales trabajando a sus órdenes.

Justo entonces, Wade se inclinó hacia el oído de Susan. Susurró unas frases, a lo que Susan reaccionó con un asentimiento satisfecho.

Entonces, se volvió hacia Elsa. "Nos iremos, pero esto no ha terminado. Tenemos algo contra este lugar. Ustedes solo esperen".

Al decir esto, saludó a los ancianos.

Se levantaron con sonrisas de victoria en sus rostros, marchándose con Susan.

Los periodistas también se fueron sonriendo.

Elsa sonrió fríamente. Se despidió de los oficiales y regresó a la isla.

En la habitación de Wilbur.

Wilbur, Elsa, Faron, Faye y los demás estaban sentados en la zona común.

Faye fue la primera en hablar. "Esta gente se está pasando de la raya".

"Sí, realmente creen que pueden hacer lo que quieran solo porque son mucho mayores", dijo Faron con frialdad.

Wilbur frunció el ceño. "Alguien está detrás de esto".

"¿Qué quieres decir con eso?", preguntó Faye.

...

En una de las mansiones del barrio cercano a la Isla Lago Marino, Susan estaba sentada en el sofá del salón. A su lado había un hombre de unos cuarenta años. Los dos compartían un leve parecido en su aspecto, y estaba claro que eran madre e hijo.

Frente a ellos estaba nada menos que Wade, el reportero, con un aspecto nada más que manso y respetuoso.

"Eres el hombre, Jayden. Eso hará que hagan lo que nosotros queramos". Susan era toda sonrisas, agarrada a la mano de su hijo.

Wade intervino de inmediato. "¡Exactamente lo que pienso! Ese tipo es un idiota por pensar que puede hacerle cualquier cosa a la madre del señor Jayden Yown, ¡eso está claro! Usted no es el subdirector de la ciudad solo porque sí".

"Esta gente cree que puede hacer lo que quiera en la Ciudad Seecher solo porque tiene un poco de dinero. ¡Ja! ¡El poder es lo más importante en un mundo como este! Le voy a dar una paliza por hablarle así a mi madre", dijo Jayden con una sonrisa oscura.

Wade asintió profusamente. "¡No me cabe duda de que lo hará, señor Yown! Ese cabrón no sabe lo que le espera. ¡Debería sentirse honrado de que su madre haya elegido su lugar para hacer ejercicio!".