Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 1204

Cinco violentas energías espirituales provocaron de repente un violento aullido en el aire, haciendo que a la gente le dolieran los tímpanos.

Viendo cómo los cinco mostraban inmediatamente tal fuerza, la multitud vitoreó ruidosamente.

Sin embargo, en ese momento, la espada en la mano de Wilbur estalló con una impactante presión espiritual mientras lanzaba un tajo hacia abajo.

Hubo una fuerte explosión y un tajo de acero de diez metros de largo surcó el cielo.

Los cinco que estaban cargando contra Wilbur se alarmaron de repente al surgir una espantosa oleada de energía espiritual.

Inmediatamente, levantaron todas sus defensas e intentaron evitar el ataque.

Sin embargo, aquel tajo contenía todo tipo de energías de Wilbur y su poder superaba con creces el nivel del Santuario.

No era algo que pudieran resistir en absoluto.

Sus defensas parecían débiles ante ese ataque e inmediatamente se desmoronaron.

Con unos cuantos gritos de angustia, se vio sangre en el aire.

Cuatro expertos de nivel Santuario y un experto de nivel Super Santuario de repente vieron sus cabezas separadas de sus cuerpos al mismo tiempo.

Sus cabezas y cuerpos cayeron desde el cielo, salpicando el suelo y manchando de sangre las caras de algunos de los espectadores más cercanos.

De repente, la atmósfera de la plaza parecía haberse congelado y todos estaban completamente conmocionados.

Ninguno de ellos podía creer que cinco expertos de nivel Santuario no hubieran podido hacer frente a un solo ataque de Trevor Penn.

Solo había sido un ataque, pero todos habían perdido la cabeza.

Todos estaban completamente aturdidos mientras miraban al aire, sintiendo una inmensa conmoción y miedo al observar a la figura que sostenía su espada.

Ferris frunció las cejas mientras miraba a Seymour.

Seymour tiró su teléfono a un lado, maldiciendo: "Volví a perder. Una vez que te compre, me aseguraré de despedir al diseñador de este estúpido juego".

"Seymour, están muertos", dijo Ferris entre dientes apretados.

Seymour se burló mientras golpeaba la caja dorada que tenía al lado.

En realidad, probablemente ni siquiera las ametralladoras eran tan potentes.

Solo había que mirar las balas de atrás. No, era más probable que fueran explosivos y tenían el grosor del brazo de un niño.

¿Quién sería capaz de resistir un arma así?

No era algo que la carne y la sangre pudieran resistir en absoluto.

De repente, todos recobraron la confianza y empezaron a vitorear a Seymour.

Era realmente uno de los mayores del Club Kiwanis. ¿Cuánta gente en el mundo podía poseer un arma así?

Seymour se mofó: "Vete al infierno, pedazo de basura".

Al decir eso, la energía espiritual del cuerpo de Seymour empezó a desplazarse e innumerables runas se iluminaron alrededor de la armadura.

El cañón empezó a moverse.

Con un rugido atronador, el cañón empezó a disparar y los explosivos rasgaron el aire, precipitándose hacia Wilbur en una descarga torrencial.