Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 1252

Roshan lanzó un grito en el último segundo, explotando con toda su energía espiritual y juntando las palmas de las manos frente a su pecho.

Un gigantesco amuleto espiritual apareció frente a él.

"Bala Trueno".

Mientras Roshan gritaba la palabra, una Bala Trueno del tamaño de un balón de fútbol apareció y salió disparada hacia Karmon.

Esta era la versión simplificada de la Bala Trueno, pero era la versión más poderosa que Roshan podía lanzar.

El proyectil chispeó como un rayo y se precipitó hacia Karmon a una velocidad asombrosa.

Karmon soltó un rugido y las campanas que lo rodeaban empezaron a sonar con más fuerza. Un aura de espada de varios metros de largo salió disparada de su espada, aplastando por completo a la Bala Trueno.

Una energía espiritual desenfrenada voló por el aire cuando el ataque de la espada de Karmon golpeó a Roshan.

Las llamas espirituales defensivas de Roshan se apagaron de golpe y salió despedido por los aires, escupiendo una bocanada de sangre fresca.

Una figura apareció de la nada para atrapar la figura de Roshan antes de aterrizar en el suelo.

"¿Papá?". Roberto abrazó a su padre, con lágrimas en los ojos mientras gritaba la palabra.

La sangre goteaba de la boca de Roshan mientras susurraba: "Déjame aquí y llévate a tu madre contigo".

"¡No, voy a luchar contra el enemigo contigo!", dijo Roberto con fervor.

Roshan suspiró, esbozando una pequeña sonrisa. "Niño tonto. Solo estás en el nivel Aura. No serás rival para ellos. No renuncies a tu vida así como así. Vete".

Las lágrimas fluyeron por la cara de Roberto.

Era consciente de que moriría si entraba en combate, pero ¿cómo iba a dejar atrás a su propio padre para escapar?

Una sonrisa de suficiencia apareció en el rostro de Karmon mientras se retiraba para situarse junto a Kamura.

Karmon solo estaba a cargo del primer plan de ataque. Kamura era quien decidía cuál iba a ser el destino de Roshan y los demás.

Kamura dio un paso adelante, cruzado de brazos, mientras sonreía fríamente. "¿Te rindes, Roshan Stone?".

Roshan apartó a su hijo de él y lo empujó hacia atrás, poniéndose en pie para enfrentarse a Kamura mientras graznaba con voz débil pero decidida: "He perdido la batalla y, por lo tanto, debo morir, pero todos los demás aquí son inocentes. Solo desafiaste a los cultivadores de nivel Santuario, así que deja que esta gente se vaya".

"¿Así es la cosa?". Kamura sonrió satisfecho.

Roshan frunció el ceño. "¿Qué quieres?".

"Ninguna de estas personas se irá. O me juran lealtad o mueren. Esas son las únicas opciones que tienen", dijo Kamura con frialdad.

La expresión de Roshan cambió y el pánico se apoderó también de los que estaban detrás de él.