Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 1254

Roshan dejó escapar un largo suspiro de alivio cuando vio a Wilbur. Mientras tanto, Roberto y los demás estaban conmovidos.

Resultó que Wilbur no había huido en el último momento como habían pensado.

Sin embargo, los que ya se habían arrodillado para jurar lealtad a Kamura miraron nerviosos a Wilbur.

La expresión de Kamura se ensombreció y miró fríamente a los dos hombres. Águila gritó: "¿Quiénes son ustedes y cómo se atreven a entrometerse en los asuntos del maestro Kamura?".

"No creo que tengas derecho a preguntarme quién soy, basura", se burló Wilbur.

Águila montó en cólera al oír esas palabras. Sus espadas ardieron con llamas espirituales y se abalanzó sobre Wilbur.

Las espadas dejaron un rastro de llamas a su paso mientras se abalanzaban sobre Wilbur, llenando el aire de una poderosa presión espiritual.

Justo cuando Águila atacó, apareció una formación sobre la cabeza de Wilbur. Nueve bolas de relámpagos flotaban sobre la formación, desprendiendo un aura aterradora.

Las Bombas de Trueno.

Águila se asustó mucho y se detuvo bruscamente antes de retroceder a toda velocidad.

Sin embargo, era demasiado tarde y las Bombas de Trueno ya se precipitaban sobre él.

Águila blandió furiosamente sus espadas en un intento de derribar las Bombas de Trueno, pero solo lo logró con tres de las nueve. Las seis restantes le dieron de lleno en el pecho.

Explosiones ensordecedoras resonaron en el aire mientras Águila, la élite de nivel Santuario, quedaba reducida a cenizas antes incluso de que pudiera activar su dominio.

Una energía espiritual desenfrenada estalló en el aire mientras todos contenían la respiración.

Las Bombas de Trueno eran un Hechizo de Orden Superior que requería runas complejas y mucho tiempo para ser ejecutado.

¿Cómo pudo Wilbur activarlas en una fracción de segundo?

Justo entonces, Kamura entrecerró la mirada y gritó en dashanés roto: "¿Quién eres? Dime cómo te llamas".

"No tienes derecho a saber quién soy. Lo único que necesitas saber es que vas a morir", se burló Wilbur.

La expresión condescendiente en la cara de Wilbur junto con las palabras que dijo casi hizo Kamura ir ciego de rabia.

Kamura era de nivel Super Santuario y nunca nadie se había atrevido a hablarle así, aunque fueran capaces de lanzar Bombas Trueno en un segundo.

Kamura era mucho más fuerte que Águila después de todo.

"¡Ya que te niegas a decirme tu nombre, no tendrás identidad en el infierno!", gritó, iluminando todo con rugientes llamas espirituales y llenando el aire de una poderosa presión espiritual.

"Apártense", murmuró Wilbur.

Roberto levantó a su padre de un tirón antes de retirarse a una distancia segura con los demás.