Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 1259

Roshan y los demás se pusieron en pie, pero los cultivadores que se habían rendido antes a Kamura permanecieron de rodillas, avergonzados.

Roshan los miró, pero no dijo nada mientras esperaba.

Wilbur miró a los cultivadores con calma. "No puedo culparlos por haber elegido rendirse. Al fin y al cabo, solo trataban de sobrevivir, y es su derecho como seres humanos. Viendo que no causaron ningún daño, no les daré ningún problema por lo que hicieron".

"Gracias, señor". Los cultivadores se inclinaron una vez más y se pusieron de pie, pero sus expresiones estaban llenas de vergüenza.

Wilbur suspiró para sí mismo.

No era del todo culpa de esta gente que eligieran rendirse. Después de todo, ¿quién no querría vivir?

Viendo que no habían hecho daño a su propia gente como Karmon y Águila, Wilbur decidió dejar pasar el asunto.

"Gracias por su generosidad, señor. Nunca la olvidaré". Roshan fue el primero en hablar después de eso, aprobando claramente la forma en que Wilbur había manejado el asunto.

Wilbur sonrió. "No te preocupes por eso".

"Señor, ¿de verdad va a desafiar al círculo de cultivadores de Shia?", preguntó Roshan preocupado.

"Bueno, fueron lo bastante engreídos como para merecer una lección", dijo Wilbur.

"No dudo lo más mínimo de su poder, señor", frunció el ceño Roshan. "Pero... se irá al extranjero, y además solo. ¿No le parece un poco peligroso? ¿Qué tal si lo acompañamos? Puede que no seamos tan poderosos como usted, pero podemos ayudarlo en el camino, así como acomodarlo cuando llegue".

"Así es. ¿Podemos ir con usted?". Tanto Roberto como los demás se mostraron entusiasmados.

Wilbur sonrió. "No hay problema. Tengo un montón de élites para llevar conmigo si pienso ir acompañado. No se preocupen por eso".

Efectivamente, Wilbur tenía a Chester y Zeke, ambos de nivel Santuario.

Luego estaban Shepard, Eileen y Braum, las tres super élites de nivel Santuario.

Los cultivadores expertos eran el menor de los problemas de Wilbur.

La única razón por la que iba a desafiar solo al círculo de cultivadores de Shia era para que no surgieran conflictos externos.

Roshan y los demás solo pudieron asentir ante la explicación.

"Gracias", respondió Wilbur con una risita.

En ese momento, Roshan se acercó y abrió la caja de madera para mostrar una horquilla.

La horquilla parecía irradiar rayos de luz hipnotizadora, iluminando el salón con un resplandor encantador.

"Eso es...".

Wilbur se puso en pie lentamente ante la vista que tenía delante.

La horquilla estaba hecha de jade y tenía incrustadas ocho joyas. Medía poco menos de treinta centímetros y emitía impresionantes rayos de luz.

Un extremo de la horquilla había sido tallado con maestría en forma de cabeza de fénix, con un collar de perlas colgando de su boca abierta.

La calidad del jade y el trabajo artesanal dejaban claro que la horquilla tenía más de mil años de antigüedad. No cabía duda de que era una antigüedad y de un valor incalculable.

Y para hacer la horquilla aún más preciosa...