Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 1293

Loja permaneció indiferente. Se limitó a mirar a Wilbur y dijo con una sonrisa: "Muy bien. Has cumplido completamente mis expectativas. Me alegro mucho".

"No importa lo que estés planeando, te lo diré ahora mismo. Fracasará, así que no tengas demasiadas esperanzas", dijo Wilbur con frialdad.

La expresión de Loja se volvió lentamente seria mientras decía: "Lo que pienso y todo lo que hago no es algo que ustedes, la gente común, puedan entender. Hoy, haré que todos sepan que todos los seres de este mundo son solo hormigas".

"El Conquistador Celestial Deslizador de Demonios desciende al mundo". Con el fuerte grito de Loja, una enorme deidad dorada apareció detrás de él.

La deidad medía 20 metros. Era completamente dorada excepto por una cabeza azul. Llevaba una corona y una armadura. Sostenía un látigo dorado y de todo su cuerpo emanaba una aterradora energía espiritual mientras miraba a Wilbur.

Loja había desatado su dominio hasta sus límites. Esa tremenda presión espiritual hizo que los cultivadores de abajo retrocedieran frenéticamente. Incluso desde la distancia, seguía afectándoles, lo que demostraba lo poderosa que era.

La expresión de Loja era solemne mientras le gritaba a Wilbur: "Trevor, desata tu dominio".

"Como desees", gritó Wilbur. “Mirada del Tirano”.

Wilbur desató la forma definitiva de su dominio.

Una imagen de diez metros de altura de un tirano apareció detrás de él, mirando fijamente a su oponente. Un aura violenta comenzó a arrasar, chocando con la aterradora presión espiritual que liberaba el conquistador de Loja, provocando de inmediato el aullido de vientos feroces.

Sus dominios hicieron que los espectadores de abajo tuvieran miradas serias en sus rostros.

Todos sabían que el enfrentamiento final estaba comenzando.

Aunque estaban seguros de que Loja ganaría, no había que subestimar las habilidades de Wilbur.

"Su Alteza, ¿deberíamos hacer algo?", preguntó en voz baja un anciano delgado al lado del príncipe Bhumi.

Bhumi sacudió la cabeza, diciendo: "El triunfo aún no es seguro. Esperemos a ver".

Juntó las manos, inclinó la cabeza y empezó a cantar.

Escrituras doradas comenzaron a flotar alrededor del Conquistador Celestial.

En ese momento, la figura soltó de repente un rugido al pasar junto a Loja y se abalanzó directamente sobre Wilbur.

El látigo dorado que llevaba en la mano descendió sin piedad.

Wilbur se burló. Se encendieron llamas de energía espiritual en su cuerpo y se elevó en el aire con su alabarda, entablando combate con el Conquistador Celestial.

Un solo golpe de aquel ser pesaba cientos de toneladas. Era suficiente para causar ondas en el espacio y era increíblemente formidable.

Sin embargo, la armadura de Wilbur le permitía ignorar por completo las ondas en el espacio y las fuerzas que creaba. De este modo, podía concentrarse completamente en su oponente.