Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 1297

Después de un momento, la caótica energía espiritual se disipó, revelando dos figuras.

Wilbur se alzaba orgulloso con su alabarda en la mano, mientras que el Conquistador Celestial de Loja había desaparecido inesperadamente.

Una rara expresión de ira apareció en el rostro de Loja mientras miraba ferozmente a Wilbur.

En aquel momento, la Odisea de la Desesperación y los efectos del Oscuro Incendio del Abismo seguían su curso.

Loja seguía soportando la perturbación de la desesperación, mientras las energías espirituales de ambos seguían disminuyendo.

Hacía ya mucho tiempo que los espectadores de abajo no soportaban esas emociones y estaban a punto de volverse locos de desesperación.

A medida que la energía espiritual disminuía, se hizo evidente que esta batalla no podría durar mucho más.

Wilbur tenía una mirada indiferente mientras miraba tranquilamente a Loja, aparentemente despreocupado por la pérdida de energía espiritual.

Su habilidad había asustado definitivamente a Loja.

Aunque había alcanzado el nivel Emperador, no poseía algo así.

Al observar la expresión de Loja, Wilbur sonrió para sus adentros.

Este extraordinario poder era una técnica divina que le había otorgado el viejo dragón.

Aunque la habilidad tenía muchos defectos y carecía de aplicación en el combate directo, era útil como habilidad de apoyo.

Su capacidad para afectar a las emociones de otras personas era inevitable.

Independientemente del nivel en el que uno se encontrara, sucumbir a la influencia de la soledad y la desesperación era inevitable.

Aquellos atrapados en esta habilidad, por debajo del nivel Santuario, se derrumbarían inmediatamente.

Eso se debía a que no sabía qué más podía hacer Wilbur.

En ese momento, ya fuera Loja o cualquier oponente, intentarían terminar la batalla tan rápido como pudieran.

Era porque no podían soportar la amenaza de lo desconocido que suponía la misteriosa y aterradora habilidad de Wilbur.

En ese momento, Loja dijo de repente con frialdad: "Parece que tengo que ocuparme de ti".

"Así que todavía tienes una carta de triunfo", dijo Wilbur con indiferencia.

Loja resopló. "Esto no es una carta de triunfo. Es el mundo que he anhelado durante décadas. Hoy te utilizaré para abrir la puerta a ese mundo y ascender al lado de la grandeza. Todos ustedes son meras llaves para mí, ¿entendido?".

Wilbur dijo fríamente: "Por fin revelas tus verdaderas intenciones, ¿eh? Toda esa charla sobre buscar oponentes fuertes, darles lecciones y querer mejorar tu nivel a través de las batallas no eran más que mentiras".

"Jajaja". Loja estalló de repente en una carcajada.