Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 1345

Originalmente, había sido una catedral para la Iglesia de los Santos Illuminati.

Con los recursos financieros de la Iglesia de los Santos Illuminati, la catedral era naturalmente grandiosa y magnífica.

Sin embargo, en ese momento, la catedral había izado los estandartes de la Iglesia del Señor del Dragón de Fuego. Los que entraban y salían eran todos sacerdotes y creyentes de la iglesia de Wilbur.

Cuando Wilbur llegó a la catedral, Karl y los demás ya estaban esperando en la entrada.

Hubo una ceremonia solemne mientras la multitud y los trabajadores le daban la bienvenida a la catedral.

Wilbur se saltó las demás ceremonias engorrosas y se sentó en la sala de reuniones de la catedral con Karl y los demás.

"Habla", dijo Wilbur con el ceño fruncido.

Karl parecía algo cansado y tenía la barba desaliñada. Habló despacio: "Siempre ha habido una religión llamada Pumido en Millerton. No es muy grande, pero lleva aquí unos cuantos cientos de años".

"¿Pumido?". Wilbur miró a Karl.

Karl explicó: "Es una palabra de la antigua lengua local. Traducida, significa el señor de un universo lejano".

"¿El señor de un universo lejano?". Wilbur se mofó: "Eso no suena como algo bueno".

"Pumido tiene bastantes creyentes a nivel local. Con Terya abrazando completamente la Iglesia del Señor del Dragón de Fuego, son increíblemente suspicaces".

"¿Me dijiste que la gente que enviaste a investigar también desapareció?", preguntó Wilbur.

Karl asintió. "Así es. Para evitar repercusiones imprevistas, no los suprimimos directamente, sino que optamos por investigar el asunto. Así que los que enviamos no eran tan fuertes".

Wilbur guardó silencio.

Después de un rato, dijo lentamente: "No hiciste nada malo. No podemos centrarnos en nuestro propio desarrollo y sacrificar cualquier otra enseñanza. Eso haría que la gente se resienta y afectaría a nuestro desarrollo en el futuro".

"Su Santidad, ¿qué hacemos ahora?", preguntó Catherine.

Wilbur la miró. "Iré a investigarlo yo mismo".

"¿Irá usted solo?", dijo Catherine con cierta sorpresa.

Wilbur asintió: "Esto ya no es un asunto menor. Iré a echar un vistazo yo mismo. Si hubo algún accidente o simplemente actuaron impulsivamente, razonaré con ellos y castigaré a algunos individuos. Sin embargo, los destruiré si albergan malas intenciones hacia nosotros".

Wilbur condujo durante un día antes de entrar finalmente en Millerton.

Millerton estaba situada en la frontera norte de Terya, una pequeña ciudad con una población de más de cuatrocientos mil habitantes.

Estacionó el coche a las afueras de la ciudad y entró.

Sin embargo, tan pronto como entró en la ciudad, fue detenido por una chica.

Tenía unos veinte años y era muy guapa.

"Señor, ¿acaba de llegar a Millerton?".

Wilbur asintió.

La chica sonrió y dijo: "Me llamo Lilian. Bienvenido a Millerton".

"Gracias".

"Señor, ¿está interesado en unirse a la religión Pumido?", preguntó Lilian, con los ojos brillantes.