Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 1416

Sin conjuro, sin sello, e incluso sin fluctuaciones espirituales, un rayo brotó inesperadamente de la palma de la mano de Wilbur, golpeando directamente a Jeff. Al momento siguiente, Jeff ya se había convertido en un montón de cenizas en el suelo.

Ben se sobresaltó enormemente y se levantó de inmediato. Llamas de energía espiritual se encendieron en su obeso cuerpo y conjuró un martillo de guerra en su mano, mirando ferozmente a Wilbur.

Wilbur se limitó a sonreír débilmente, volvió a sentarse y empezó a fumar.

El rostro de Ben mostraba ferocidad, pero por dentro estaba lleno de pánico.

Jeff era un maestro de hechizos de nivel Ambiente y, sin embargo, había muerto así como así. Además, este tipo podía desatar hechizos pertenecientes obviamente al nivel intermedio sin previo aviso. Su fuerza era realmente aterradora.

A pesar de la ferocidad en la cara de Ben, su mente estaba en confusión. Sin embargo, no tuvo valor para atacar. Solo se limitó a mirar a Wilbur y decir: "Señor Penn, admito que es usted formidable. No quiero entablar una batalla temeraria con usted".

"Yo tampoco quiero, pero siempre hay alguien que me obliga. Yo también estoy indefenso", dijo Wilbur despreocupadamente.

Ben tragó saliva, nervioso, y luego dijo lentamente: "Por favor, deme tres días más. Sin duda, lo ayudaré a encontrar a Lou".

"¿Y si sigues sin encontrarlo?", preguntó Wilbur.

Ben frunció las cejas y dijo: "Entonces, le devolveré el doble de su dinero".

Wilbur se levantó, se dirigió hacia la puerta y dijo: "Recuerda que solo te queda un día. Prepárate para afrontar las consecuencias si fracasas".

Al verlo marcharse, los ojos de Ben brillaron con ferocidad.

Tras un prolongado silencio, Lindon habló despacio: "Señores, una fianza de cinco mil millones es bastante extravagante. Me temo que no hay precedentes de una suma así en todo el país, ¿verdad?".

"Efectivamente, ¿dónde se podría encontrar una fianza tan exorbitante? Es sencillamente indignante", expresó Carlson con extremo desagrado.

En ese momento, Sergey se encogió de hombros y sacó un documento de su maletín, colocándolo ante los dos hombres.

"Caballeros, se trata de una clara exigencia del tribunal. Como no tienen fiador, hay que aumentar la fianza".

Lo cogieron, le echaron un vistazo y lo volvieron a dejar sobre la mesa, con el ceño fruncido.

Cinco mil millones... Su conglomerado valía cientos de miles de millones, pero eso era en activos, no en efectivo líquido. Para conseguir esa suma, tendrían que vender un tercio de los activos del grupo.