Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 1442

El escote en V dejaba al descubierto la mitad de su tentador pecho.

La abertura bajo el vestido de noche se extendía hasta los muslos, dejando al descubierto sus hermosas y esbeltas piernas, aún más hermosas que el collar de perlas.

Aquella noche, Elise parecía una ninfa, encantadora y elegante.

Cuando Wilbur entró, Elise se apresuró a acercarse.

Wilbur hizo un gesto con la mano para detenerla y dijo con una sonrisa: "No tienes por qué ser tan educada".

Elise se mordió ligeramente los labios y se sentó lentamente.

Wilbur se sentó frente a ella. En la mesa ya había varios manjares exquisitos, todos ellos elaborados con ingredientes increíblemente valiosos.

Sin duda, aquella mesa había costado una fortuna.

Wilbur preguntó con una sonrisa: "¿No es esto demasiado extravagante?".

"Con la ayuda que nos proporcionaste, esto no es nada", dijo Elise.

Wilbur se rio y dijo: "¿Estás sola esta noche? ¿Dónde están los demás?".

"Les da demasiada vergüenza venir", respondió Elise.

Wilbur sonrió. Sin duda era muy probable. Después de todo, aquellos tipos no habían tenido antes ningún encuentro agradable con él.

En ese momento, Elise abrió una botella de Martell y sirvió un poco para los dos. Luego, levantó su copa y dijo: "Gracias, Wilbur".

Wilbur levantó la copa sin decir nada y se la terminó de un trago.

Al ver eso, Elise siguió su ejemplo y se bebió también el suyo.

Sin embargo, era evidente que Elise no estaba muy familiarizada con el alcohol. Después de ese trago, se le llenaron los ojos de lágrimas.

Wilbur dijo rápidamente: "Si no puedes beber, no deberías forzarte".

"Estoy bien", insistió tercamente Elise.

Wilbur no pudo hacer nada al respecto y empezó a comer.

"¿En serio?". Elise se esforzó por abrir los ojos mientras miraba a Wilbur con una expresión aturdida.

Wilbur sonrió: "Por supuesto".

"Eres una buena persona, Wilbur".

Al decir eso, Elise se retorció de repente como una serpiente, rodeando con sus brazos los hombros de Wilbur mientras sus labios se dirigían hacia la boca de este.

"Oye, oye, no hagas esto. Es inapropiado, Elise", exclamó Wilbur.

Sin embargo, ya fuera porque estaba borracha o por otra cosa, Elise ignoró por completo sus palabras. Todo su cuerpo presionó a Wilbur contra el sofá.

Con un fragante calor envolviéndolo, Wilbur empezó a sudar frío.

Todo aquello le había pillado desprevenido y apartó a Elise de su lado.

Sin embargo, Elise se incorporó de repente y los tirantes de su vestido de noche se desprendieron, dejando al descubierto la parte superior de su cuerpo antes de volver a presionarlo hacia abajo.