Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 1465

Wilbur se aseguró de que Elise se mantenía en pie antes de acercarse al guardia.

El guardia se llevó una mano a la porra y le sonrió fríamente. Otros guardias también lo vieron venir y miraron burlonamente a Wilbur.

Wilbur alcanzó al guardia en apenas dos pasos, extendió la mano y le propinó una bofetada.

La bofetada resonó en el aire, clara y nítida.

El guardia dio una vuelta completa en el aire y escupió varios dientes ensangrentados. Sacudió la cabeza con fuerza, todavía aturdido.

El espectáculo conmocionó a los demás. ¿Quién se atrevería a pelearse en un lugar como este?

Sin embargo, antes de que pudieran decir algo, Wilbur le dio otra patada.

El guardia cayó al suelo de un golpe y escupió una bocanada de sangre.

La multitud gritó conmocionada.

En ese momento, los guardaespaldas de Jennifer se apresuraron a escoltarla.

La docena de guardaespaldas que custodiaban el puesto fotográfico rodearon a Wilbur con sus porras en la mano y lo miraron con desprecio.

"¡Tírate al suelo o tendremos que obligarte!", gritó el jefe de los guardias.

Wilbur apenas le hizo caso y levantó en vilo al guardia herido. "Discúlpate con la dama".

"¡Que te jodan!". El guardia maldijo a Wilbur, sin intención de disculparse lo más mínimo.

El jefe de los guardias informó de inmediato a su capitán, al tiempo que hacía un gesto a los demás guardias para que se acercaran a Wilbur.

Sin embargo, justo en ese momento, Wilbur agarró por el brazo al guardia que estaba sujetando y le dio un ligero tirón. Se oyó un fuerte crujido cuando el brazo del guardia se rompió y cayó al suelo.

Sabía lo poderoso que era y que nada le asustaba, pero esto no tenía buena pinta.

Wilbur vio que Elise asentía y le dio una última bofetada en la cara. Wilbur lo miró con frialdad. "Con los Dashan no se juega. Recuerda esto. Te arrepentirás si esto vuelve a ocurrir".

Justo en ese momento, un hombre de mediana edad vestido de traje llegó corriendo al lugar con unos cuantos agentes armados de las Fuerzas Especiales.

El hombre del traje gritó de inmediato: "¡Señor, por favor, bájelo! Podemos hablar de esto, por favor".

Los agentes que le seguían levantaron sus armas y apuntaron a Wilbur.

Wilbur se burló. Tiró al guardia al suelo, sacándole otro grito de agonía.

Al ver que Wilbur ya no tenía intención de hacerle daño, el hombre del traje hizo un gesto con la mano para que los agentes no dispararan.