Wilbur estrechó suavemente la mano de Brandon bajo sus miradas sorprendidas. Brandon también se mostró muy amable. Palmeó suavemente a Wilbur en el hombro y le dio un fuerte abrazo.
Los directores y los famosos se quedaron boquiabiertos en ese momento.
Ernesto parecía conmocionado. La copa de champán que Jacques tenía en la mano cayó al suelo y se hizo añicos.
Jayla se quedó inmóvil como una estatua.
Brandon sonrió y dijo: "Este es el hombre que quiero presentarles. Tiene una gran fuerza, cualidades nobles y se encuentra en la cima de la humanidad. Es mi mejor amigo y aliado incondicional, el señor Wilbur Penn".
Brandon miró a todos cuando dijo eso, pues esperaba que todos aplaudieran.
Había presentado a una persona de una forma tan grandiosa, y había utilizado palabras como amigo y aliado. Todo el mundo debería estar dando su más caluroso aplauso y sus mejores elogios en circunstancias normales.
Sin embargo, descubrió que todos estaban estupefactos.
"¿Qué está pasando?". Brandon estaba claramente molesto y parecía muy enfadado.
Se preguntaba por qué ese montón de tontos trataban a su amigo con ese tipo de actitud. "¿Será que me están faltando al respeto?", se preguntó.
Brandon dejó de sonreír inmediatamente.
No podía creer que nadie estuviera aplaudiendo y alabando como él esperaba. Era una enorme falta de respeto hacia él y hacia Wilbur. Eso no era lo que tenía en mente y se sintió humillado.
Dillon se dio cuenta e inmediatamente se adelantó e intervino: "¡Todos, por favor, den la bienvenida al señor Wilbur Penn!".
Jacques y los demás reaccionaron y se apresuraron a aplaudir.
No era porque no tuvieran respeto por el amigo del presidente, sino porque no esperaban que Wilbur fuera amigo del presidente.
Aunque eran élites con gran fama, estaban en Morburn y Brandon era el presidente de la nación. No podían permitirse ofenderlo.
Jayla no podía dejar de temblar y su expresión estaba torcida por el miedo extremo. Como resultado, tenía un aspecto amenazador.
No esperaba que alguien a quien despreciaba fuera amigo del presidente. Además, el presidente le había concedido muchos títulos y le había hecho una gran presentación.
En ese momento, sintió que estaba metida en un buen lío. Un profundo escalofrío recorrió su espina dorsal, haciéndola sentir como si fuera a morir congelada en el acto.
Todo había terminado para ella.
Su duro trabajo se había ido al traste. Las oportunidades que se había ganado quedarían enterradas por su estupidez y no sabía qué aterrador final le esperaba.
Sabía que el presidente respetaba mucho a Wilbur. Una simple palabra de Wilbur significaría fácilmente su perdición.

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