Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 1499

"La señorita Jayla dice que quiere disculparse con usted en persona. Espera que pueda perdonarla. Dice que está dispuesta a hacer cualquier cosa con tal de que usted pueda perdonarla".

Wilbur se rio y dijo: "No hace falta. No estoy interesado en ella".

"Si es así, prepararé los boletos", dijo Charlie.

Wilbur asintió y añadió: "Tu hijo sigue desaparecido. ¿No estás preocupado? ¿Qué pasará con el castillo si te vas?".

"Él necesita salir y experimentar la vida por sí mismo. Necesita centrarse en su cultivo en lugar de meterse en política. En cuanto a este castillo, ya ha existido durante miles de años. Creo que seguirá existiendo", respondió Charlie.

Wilbur miró a Charlie y sonrió: "Esa es una buena actitud. No me extraña que hayas conseguido llegar al nivel Super Santuario. Parece que no tienes de qué preocuparte. Vamos entonces".

"Sí". Charlie se fue a organizar el vuelo.

Wilbur se quedó pensativo y sacó su teléfono. Sentía que necesitaba hablar con Faye sobre Jayla. Después de todo, Jayla era su compañera de clase.

La llamada entró y Faye preguntó: "Wilbur, ¿vas a volver?".

"Sí, probablemente llegue mañana", dijo Wilbur.

"Qué bien. ¿Ha ido todo bien?".

"Mucho, pero hay algo que quiero decirte".

"¿De qué se trata?".

Después de eso, Wilbur le contó todo sobre Jayla.

Tras oírlo, Faye guardó silencio durante un buen rato antes de decir: "Si es así, puedes ignorarla a partir de ahora. Solo éramos compañeras de clase normales y corrientes. Ella solo me invitó a Morburn porque soy la directora ejecutiva del Cabo. No somos tan cercanas".

"Está bien, solo quería que lo supieras. Adiós".

"Cuando vuelvas, ¿puedes hablar con Faron?".

"¿Qué pasó?".

"Ya sabes lo que pasó. Faron ha estado bastante deprimido desde que se peleó con su padre por ti".

"Lo comprendo. Hablaré con él cuando vuelva".

Frunciendo el ceño, Wilbur dijo: "Señorita, creo que nosotros hemos llamado primero a este taxi".

"Está claro que yo lo hice primero". La chica parecía tener unos veinte años. Era guapa, estaba bien vestida y llevaba una maleta.

Como la chica no parecía de la zona, Wilbur sonrió ligeramente y le indicó que podía ir primero.

En ese momento, la mirada de Wilbur se posó en la pulsera que la chica llevaba en la muñeca.

Para entonces, la chica ya había subido al taxi, pero Wilbur extendió repentinamente la mano y sujetó la puerta del coche, diciendo con una sonrisa: "Señorita, ¿podríamos charlar un momento?".

"¿Qué ocurre? Suelta la puerta o llamo a la policía", dijo alarmada la chica.

Wilbur sonrió y dijo: "No pretendo hacer daño".

La chica marcó inmediatamente el número de emergencias.

"Joven, suelte la puerta o no seré tan educado". El conductor también miró ferozmente a Wilbur.