Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 1550

Al poco rato, una voz somnolienta llegó del otro lado del teléfono, diciendo: "Pembroke, ya es muy tarde. ¿Qué ocurre?".

"Secretario Kowalt, hay algo de lo que tengo que informarle".

"Házmelo saber".

Pembroke relató con detalle todos los acontecimientos de aquella noche.

Después de un largo silencio, finalmente recibió una respuesta. Entonces, colgó y dijo: "Pase".

Entonces, entró un agente especial.

"Llévate un pequeño equipo para vigilar a Landhor. No lo dejen salir de la ciudad", dijo Pembroke con frialdad.

"Entendido. Pero, ¿y si intenta salir por la fuerza?".

Sin vacilar, Pembroke dijo: "Arréstenlo. Es una orden del secretario Kowalt".

"Sí, señor". El guardia se dio la vuelta y se marchó.

Pembroke se recostó en su silla con una mirada sombría.

Landhor se había confabulado con la familia Rocher en la Ciudad Hemount y había cometido muchas atrocidades. Eso era casi de dominio público.

Sin embargo, como no había pruebas sustanciales, nadie podía tocarlo.

Pembroke no podía hacer nada al respecto y no se atrevía a provocar ningún conflicto con Landhor. Incluso Shane Kowalt, que era el máximo dirigente de la ciudad, solo podía soportarlo.

Después de todo, necesitaban pruebas para actuar.

Sin embargo, esta vez provocaron al Departamento de Investigación y Defensa Paranormal.

Era un departamento que no necesitaba pruebas para detener a la gente. Si más tarde no se encontraban pruebas, podían dejar en libertad a los detenidos. Nadie podía hacer nada contra ellos.

Sin embargo, los que estaban bajo su detención tendrían pruebas desenterradas incluso donde no las había.

Con las cosas que habían hecho Landhor y sus socios, ¿había alguna duda de que se encontrarían pruebas bajo el escrutinio de ese departamento?

No podía huir. Escapar de la vigilancia del Departamento de Investigación y Defensa Paranormal era imposible.

La única opción era mantener a Clive callado. Mientras Clive no dijera nada, Landhor tampoco tendría problemas.

Ni siquiera el departamento podía eliminar a nadie sin pruebas.

Mientras pudiera aguantar la tormenta, todo saldría bien.

La mejor manera de mantener a alguien callado era asegurarse de que nunca volviera a hablar.

Con esa idea en mente, cogió inmediatamente el teléfono e hizo una llamada.

En cuanto la llamada se conectó, dijo: "Ve a matar a Clive, luego puedes ir con él".

"De acuerdo, ahora he devuelto su amabilidad y no nos deberemos nada en el futuro. Pero...".

"Dime lo que necesitas".