Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 1572

Poco después, Wilbur llegó a la sala.

Sarah tenía la muñeca izquierda vendada y yacía en la cama débilmente.

Warner estaba sentado a su lado con aspecto desesperado y Donna también estaba allí, sollozando con la cara entre las manos.

Wilbur se sintió aliviado al ver que Sarah estaba fuera de peligro. El ambiente de la habitación, sin embargo, parecía un poco extraño.

La desesperación de Warner también parecía estar unida a la rabia y la vergüenza.

"Siento mucho las molestias, señor Penn". Warner se apresuró a saludar a Wilbur, que se limitó a asentir.

Sarah apenas miró a Wilbur y giró la cara hacia otro lado. Donna se secó las lágrimas al verlo, sin decir nada.

Wilbur hizo una pausa antes de decir: "Señor Warner, ¿le importaría dejarme hablar con Sarah en privado?".

"Por supuesto, por supuesto", aceptó Warner de inmediato, saliendo de la sala. Incluso le dirigió una mirada a Donna antes de marcharse.

Donna no parecía tener ninguna intención de marcharse con él, por lo que Warner solo pudo suspirar mientras salía de la sala.

Por fin, Wilbur habló. "Ahora lo entiendo".

"¿Qué entiendes, eh?", preguntó Sarah débilmente.

Wilbur les sonrió a ella y a Donna. "Ustedes dos son las verdaderas amantes aquí, ¿no?".

Las dos mujeres se quedaron calladas.

Wilbur sonrió. "Eso lo explica todo entonces. No solo huías de tu matrimonio porque Sawyer Rocher fuera un cabrón, sino también porque, para empezar, nunca te gustaron los hombres".

Sarah cerró los ojos lentamente. No estaba claro si le creía o no.

Wilbur miró a Donna. "No es que quiera presumir, pero tengo que desahogarme. Puede que este malentendido entre ustedes dos se haya producido por mi culpa, pero la admiración que Sarah siente por mí es más parecida a la que uno siente por una élite poderosa. Puede que ella esté confundida, pero estoy seguro de que deberían saber que la sexualidad no cambia así de la noche a la mañana...".

Donna se quedó de piedra. Sinceramente, era algo que no había considerado en lo más mínimo.

Como persona homosexual, sabía que la sexualidad era algo con lo que se nacía y que no podía alterarse tan fácilmente.

Quizá Wilbur estaba diciendo toda la verdad.

Donna estaba aturdida. ¿Acaso la admiración hacia una élite poderosa se consideraba diferente a la atracción romántica?

"¿Estás seguro de que nunca te ha gustado Sarah? Es hermosa y mucha gente se vuelve loca por ella. ¿De verdad renunciarían hombres como tú a semejante oportunidad?", dijo Donna, todavía con un poco de incredulidad.