Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 1595

Con eso, Pendleton se volvió para mirar a Wilbur y Yuna, diciendo: "Doctor Ketter, señorita Seal, para demostrar nuestra sinceridad en la corrección de nuestros errores, no duden en plantearme cualquier petición que cualquiera de ustedes tenga. Siempre que esté dentro de mis atribuciones, ¡haré todo lo posible por complacerles!".

Naturalmente, Pendleton conocía a Wilbur desde hacía mucho tiempo, pero sabía que este siempre tomaba caminos poco convencionales como persona de alto estatus. Por eso, ante la aparente falta de familiaridad de Wilbur, Pendleton fingió no reconocerlo.

Además, la declaración de Pendleton pretendía decirle a Wilbur: "Señor, si desea algo, no dude en decirlo. Seguro que lo haré".

Wilbur comprendió naturalmente lo que implicaban las palabras de Pendleton. Sin vacilar, contestó: "He venido hoy al hospital para un trabajo, pero después de lo que ha pasado hoy, la fecha de inicio se ha retrasado. Mientras este asunto no afecte a mi empleo y mi reputación, no tengo más peticiones".

Al oír las palabras de Wilbur, Pendleton tuvo que ocuparse de ello, naturalmente, aunque no sabía por qué Wilbur había venido a este hospital.

Pendleton se volvió hacia el decano y sonrió, diciendo: "Decano Horford, puesto que se trata de un malentendido, no debería haber problemas con el nombramiento del doctor Ketter, ¿verdad?".

Al oír las palabras aparentemente interrogativas pero en realidad sugerentes de Pendleton, el decano Horford sonrió y dijo: "Señor Howard, tenga la seguridad de que el empleo del doctor Ketter no será ningún problema. Haré que el doctor Hoover se ocupe de ello".

Después de recibir esa respuesta, Pendleton asintió con la cabeza en señal de aprobación: "Entonces, los importunaré con esto. ¡Les invitaré a una comida cuando tenga tiempo!".

Después de decir eso, intercambiaron algunas galanterías antes de que Pendleton mirara a Yuna junto a Wilbur: "¡Señorita Seal! Usted también fue una de las malentendidas. ¿Tiene alguna petición?".

Al oír la pregunta de Pendleton, Yuna miró a Yance y al decano. Sin atreverse a decir nada imprudente, sacudió la cabeza y dijo: "Gracias, señor Howard, por su preocupación. El malentendido se ha aclarado y no he sufrido ninguna pérdida, así que no tengo peticiones".

Al ver que Elsa le impedía el paso, Wilbur bromeó: "Señorita Janae, ¿qué quieres? Que quede claro, no haré nada que vaya contra la voluntad y la conciencia de un hombre".

"¿Contra la voluntad y la conciencia de un hombre? ¡Puedes seguir soñando! He venido a pedirte tu opinión sobre algo. Vamos, ¡busquemos algún sitio donde podamos comer y hablar!".

Else puso los ojos en blanco ante el comentario de Wilbur antes de abrir la puerta del coche y hacer un gesto a Wilbur para que subiera.

Naturalmente, Wilbur no iba a negarse a que alguien le sirviera de chófer justo después de salir del trabajo, además de ser invitado a comer y beber.

Así pues, Wilbur sacudió la cabeza y subió al coche de Elsa antes de dirigirse hacia el centro de la ciudad.