Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 1615

Wilbur se negaba a creerlo, ¡independientemente de lo que pensaran los demás!

De hecho, Wilbur sospechaba que era muy probable que Corporación Fuente Verde estuviera controlada en realidad por los burócratas capitalistas de los Estados Aliados.

¡Su objetivo era recopilar los datos genéticos de los dashan y utilizar esta información para crear todo tipo de armas biológicas para ir a la guerra contra Dasha y aniquilar a toda una civilización!

Wilbur bajó del avión pero no hizo que ningún miembro del personal que trabajaba en la sucursal de Cametra del Cabo Internacional fuera a recogerlo.

En su lugar, llamó a un taxi y llegó a un barrio poblado mayoritariamente por Dashan y se alojó en una pequeña posada llamada Tribu 56.

Justo cuando Wilbur se había registrado y estaba a punto de bajar a comer, vio a unos cuantos hombres blancos y negros de Cametra que amenazaban a la dueña de la posada con una pistola para que pagara los gastos de protección de los próximos meses.

"¡Date prisa, cerda del este! ¡Paga el dinero o te meteré esto por el trasero!".

Wilbur casi se ríe a carcajadas de la forma en que aquellos idiotas pedían dinero.

Al ver a la posadera amenazada, su risa se desvaneció a la velocidad de la luz, pues sabía que esos bastardos realmente le dispararían si no conseguía el dinero.

Justo cuando la posadera estaba a punto de ceder y soltar el dinero que Wilbur acababa de pagar, Wilbur se volvió hacia ella y le preguntó en dashan: "¿Cuánto necesitas pagar?".

La posadera miró al hombre que sujetaba la pistola y sacó cinco dedos. "No piden mucho. Son solo quinientos dólares. Sin embargo, el cabrón de mi marido es un adicto a las apuestas. Ha perdido hasta el último centavo que tenemos y a la posada no le ha ido muy bien. Apenas podemos permitirnos salir adelante. ¿Cómo se supone que vamos a pagarles algo?".

Wilbur pensó un poco las palabras y buscó su cartera antes de entregar quinientos dólares al hombre que sostenía la pistola. "Les pagaré este mes. Realmente no tienen dinero".

El hombre rodeó de inmediato el hombro de Wilbur con el brazo y su ceño se transformó en una sonrisa sincera. "Eres un buen tipo, ¿verdad? ¡No dudes en venir a verme si te apetecen unas tías buenas o un poco de hierba!".