Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 1625

Wilbur por lo tanto cambió su estrategia. Arrancó dos hojas de plástico que estaban en el lado más firme de la planta falsa cerca de él antes de esconderse en la esquina al final del pasillo para esperar a que el primer grupo de tres subiera las escaleras.

Wilbur observó cómo los tres hombres buscaban en cada habitación del segundo piso, acercándose constantemente a Wilbur.

Con lo poderoso que era Wilbur, apenas necesitaba temer a las armas que portaban estos hombres. Estaba haciendo esto para no exponer el hecho que era un cultivador. En cambio, estaba tratando de crear la ilusión de que era solo un ser humano normal que era increíble luchando.

Esto era útil para que el enemigo lo subestimara e incluso fuera suave con él, lo que le daría el margen para encontrar la mejor solución.

Justo cuando los tres hombres estaban a punto de acercarse a él, Wilbur salió disparado de la esquina. Arrojó las dos hojas de plástico al aire, antes de derribar a los dos hombres más cercanos a él con dos simples puñetazos.

El tipo de atrás tenía los brazos lastimados por las hojas falsas que Wilbur había arrojado, y el arma que sostenía cayó al suelo.

En la fracción de segundo que tuvo, Wilbur derribó a las dos personas que estaban frente a él antes de acercarse al tercer tipo.

El tipo abrió los ojos con miedo. Sin embargo, antes que pudiera reaccionar, Wilbur lo había dejado inconsciente.

Wilbur fue rápidamente al depósito de abajo después de eso. El equipo de tres de abajo había escuchado el ruido a través de sus auriculares y se dio cuenta que el equipo de arriba estaba en problemas.

Justo cuando el equipo de abajo había salido del depósito, Wilbur llegó al restaurante.

Tomó tres brochetas de kebab de una bandeja cercana, antes de arrojarlas a los tres hombres.

"Argh...".

"¡Está armado!".

Se aseguró que no hubiera nadie y regresó a la posada para atar a todos los hombres.

Una vez que terminó, Wilbur reconectó la luz en la posada antes de llamar a Lacey y las demás.

"No creo que estas personas hayan venido a robar la posada. ¿Qué hicieron para enojarlos? ¡Digan la verdad! Si no lo hacen, ¡les aseguro que no las dejarán ir una vez que me vaya!".

Wilbur miró a Lacey, Betty, Eliana y Monica mientras decía esas palabras.

"No lo sé. ¡Puedes preguntarles!", Monica dijo sin rodeos, sentándose en el sofá y encendiendo un cigarrillo.

Lacey y Eliana, sin embargo, miraban nerviosas a su alrededor mientras se movían nerviosamente. ¡Estaba claro que eran culpables!