Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 165

A Elsa le molestó un poco la actitud de Ryder.

Sin embargo, era la ayuda que le enviaba su superior, y no había mucho que pudiera decir al respecto. "De acuerdo. Este es Wilbur Penn, un amigo mío. También está aquí para ayudar con el caso. Trabajaremos juntos".

Ryder miró a Wilbur. "¿Es parte de tu equipo?".

"No, solo es un amigo". Respondió Elsa.

Ryder dijo sin emoción: "Lo siento, pero mi trabajo prohíbe la presencia de extraños. Dile que se vaya".

Elsa se sonrojó incómodamente. "El señor Penn también es cultivador, y estoy seguro de que el caso avanzará mucho más fácilmente si trabajamos juntos".

"Eso no es necesario". Dijo Ryder, sin cambiar de expresión.

Elsa no sabía qué decir. ¿Quién era ese tipo y por qué actuaba así?

Wilbur le dijo a Elsa: "Está bien. De todos modos, estaba ocupado. Puedes ir por tu cuenta. Estoy seguro de que todo irá bien con el señor Litwing aquí".

Wilbur se dio la vuelta para irse. No tenía tiempo que perder con gente tan grosera.

Elsa solo pudo despachar a Wilbur, regresando después a su oficina. Ryder seguía en la habitación, con el rostro desprovisto de emoción, como un robot, sentado y tieso como una tabla.

Elsa negó con la cabeza. Iba a decir algo cuando sonó el teléfono.

Miró la pantalla y lo atendió de inmediato.

"¿Ha pasado algo?".

"Jefa, hemos encontrado la guarida de la droga y tenemos el lugar rodeado. A la espera de órdenes".

"Bien, dame la ubicación. Voy para allá".

"Sí, Jefa".

Elsa colgó y le dijo a Ryder: "Ya podemos irnos".

"No creo que esto esté incluido en nuestras armas de servicio, ¿verdad?". Elsa nunca había visto nada igual.

Ryder sacó otra daga negra y se la ajustó a la cintura antes de levantar el rifle con un brazo. "Es un super cañón con balas en espiral, capaz de derribar a cualquier cultivador".

"Genial". Elsa le dio a Ryder un pulgar hacia arriba. Hizo un gesto con la mano y los dos empezaron a adentrarse en el pueblo.

Rápidamente se acercaron al porche del centro del pueblo, mientras los demás oficiales ya lo habían rodeado.

Elsa miró a Ryder, que seguía sosteniendo su super cañón sin decir palabra.

Sacudió la cabeza y gritó: "Inicien el arresto".

Los oficiales entraron en acción de inmediato. Se abalanzaron sobre el porche y, en los minutos siguientes, muchas personas fueron sujetadas en el suelo entre gritos de conmoción.

Elsa miró a Ryder con incredulidad. ¿No había salido todo demasiado bien? ¿Podría Remy haberles mentido y allí no había ningún cultivador?

Ryder seguía allí de pie, sin emoción. Elsa no le hizo caso y se dirigió al interior.