Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 167

A pocos metros, el hombre yacía en un gran charco de sangre.

La multitud no pudo evitar soltar un suspiro de alivio. Elsa le dio unas palmaditas en el pecho mientras preguntaba: "¿Estás bien?".

"Estoy bien". Ryder guardó su rifle, su expresión seguía siendo tan gélida como siempre.

Elsa empezó a caminar hacia el hombre lentamente. En la cintura del hombre había una herida del tamaño de un puño, de la que brotaba sangre sin cesar.

El pecho de Elsa se estremeció al verlo. Parecía que el super cañón, tan poderoso como para aplastar por completo a un ser humano, solo había hecho un agujero en aquel hombre. Así de fuerte era el cultivador.

En cualquier caso, el agujero era lo suficientemente grande como para que Elsa supiera que el hombre estaba gravemente herido o muerto.

Justo cuando estaba a punto de alcanzarlo, un siseo salió de la boca del hombre.

Elsa se detuvo en seco e hizo un gesto a su equipo para que retrocediera.

Era importante ser lo más cuidadoso posible al tratar con un cultivador.

Ryder también se sorprendió un poco. Volvió a recoger su rifle, pero solo le quedaba una bala.

El cuerpo del hombre empezó a temblar violentamente de repente, antes de crecer a un ritmo alarmante. El hombre parecía estar creciendo fuera de su piel, y no tardó en convertirse en un gigantesco monstruo sangriento de carne y tejido.

El pecho del monstruo se hinchó al enderezarse y alcanzó los dos metros de altura.

Todo el mundo se sobresaltó al verlo, y a algunos oficiales incluso les empezaron a temblar las piernas. Nunca habían visto algo tan aterrador.

Las pupilas del monstruo giraron y un gruñido salvaje escapó de su boca: "Sangre para el Dios de la Sangre, Calavera para el Trono de la Calavera".

Mientras el monstruo aullaba, se abalanzó sobre Ryder una vez más.

Esta vez, el monstruo era aún más rápido que antes. Su energía también parecía haber aumentado. Una poderosa ola de energía espiritual emanaba de la bestia que hizo que a todos los demás les costará moverse.

La expresión de Ryder brilló con determinación.

Lanzó un grito y canalizó aún más energía espiritual hacia el supercañón. Una serie de símbolos se iluminaron en el cuerpo del arma mientras apuntaba al monstruo.