Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 1671

Watson miró a Wilbur con el ceño fruncido como si el desprecio en su mirada lo afectara.

¿Que lo entierren?

Wilbur no pudo evitar reírse entre dientes ante esas palabras, antes de dar un paso hacia Watson y señalarse a sí mismo. "No estaba seguro si debía creerle a Enoff, pero después de verte por fin entiendo por qué esta gente hizo un plan tan elaborado para usarme para acabar con tu familia. Tienes suerte, porque valoro la equidad con todos. Te daré una oportunidad para matarme ahora. Si no puedes hacer eso, ¡no me culpes por no darte más oportunidades!".

Watson prácticamente temblaba de rabia por este extraño que tenía frente a él. Tomó la pistola que llevaba en la cintura y empujó el cañón contra el pecho de Wilbur mientras se enfurecía: "¡Maldito hijo de puta, ya me cabreaste! ¡Me gustaría ver si puedes moverte más rápido que las balas de mi pistola! Vamos, ¡mantén esa arrogancia! ¡No hay nada que disfrute más que matar a idiotas como tú!".

Watson se burló de Wilbur, seguro que un ser humano normal que no emitiera energía espiritual estaría muerto con un solo disparo.

Sin embargo, al siguiente segundo, Watson se sorprendió al darse cuenta que no lograba mover la mano que tenía en la pistola en absoluto. Parecía estar restringida por una extraña presión y se sentía como si estuviera a punto de explotar en cualquier momento.

"¡Vamos, aprieta el gatillo! Menos hablar, más disparar. No me digas que ni siquiera tienes las agallas para disparar un arma, ¿eh? Si no me disparas en los próximos diez segundos, lo tomaré como si dejaras pasar tu oportunidad", Wilbur le sonrió a Watson.

La expresión de Watson se volvió más aterrorizada al sentir la creciente presión en su brazo, mirando a Wilbur mientras soltaba la amenaza con voz temblorosa.

"Dios, realmente no aprendes. ¡Supongo que tendrás que perder un brazo para que eso suceda, entonces!".

Se escuchó una fuerte explosión, y el brazo de Watson que sostenía el arma contra el pecho de Wilbur explotó, llenando el aire con un rocío de sangre y carne.