Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 1696

“¿Oh? No esperaba que tu contramedida tuviera otro misterio detrás. Si no lo hubiera descubierto a tiempo, ¡casi habría caído en tu trampa! Incorporar los sistemas de reproducción de los insectos en medio de la batalla. En lugar de llamarme a mí un artista de la lucha, siento que mereces más ese título”.

Observando la cada vez más densa niebla de insectos negra que se extendía ante él, Wilbur permaneció tranquilo dentro del espacio cubierto por la esfera de hielo mientras hablaba.

Al oír las palabras de Wilbur, Erin, que se había transformado en un monstruo parecido a una mantis, se puso de pie tranquilamente dentro de la niebla y replicó. “Con la erosión de mi niebla de insectos negra, tu esfera de hielo no durará mucho más tiempo. Me temo que eres más consciente de esto que yo. Pero como estás tan seguro de ti mismo, ¡supongo que ya tienes una forma de solucionarlo! Todavía tengo mucha curiosidad. ¿Qué vas a hacer para atravesar esta niebla de insecto negro que es casi insoluble? ¿Seguirás usando tu rayo? Permíteme recordártelo amablemente. Dentro de esta niebla de insectos negra, mis instintos de caza se harán más fuertes. Espero que no me decepciones”.

Mientras Erin decía eso, su cuerpo se ocultó rápidamente dentro de la niebla de insectos negra. Era como si pudiera atacar en cualquier momento y asestar un golpe mortal a cualquiera que estuviera dentro de la niebla.

Incluso cuando Erin desapareció, Wilbur no se apresuró por actuar.

Sabía que la niebla de insectos era aterradora. No solo contenía un veneno mortal, sino que también era fácilmente inhalado por el cuerpo.

Sin embargo, incluso enfrentándose al terror de la niebla de insectos, Wilbur sentía que esas nieblas eran más bien una táctica ilusoria que Erin había empleado deliberadamente para hacerlo sentir presionado y hacer un juicio equivocado, revelando sus debilidades.

Al ver que la esfera de hielo que había creado con el agua del río estaba a punto de desmoronarse, Wilbur no se asustó. Después de todo, le quedaban muchos ases bajo la manga, sin mencionar los dos usos más del Refugio del Dragón.

Así que Wilbur solo pensaba en cómo podría atravesar la niebla de Erin.

Cuando la esfera de hielo estaba a punto de ser erosionada y desintegrada por la niebla negra, Wilbur hizo un descubrimiento.

Entonces, como gasolina encendida, la niebla de todo el cañón del río se redujo a cenizas en unos instantes alrededor de Wilbur.

Y Erin, que había estado acechando dentro de la niebla, apareció de repente como desnudo, con cara de incredulidad.

“Tú… ¿Cómo conoces las habilidades marciales del atributo fuego? ¿Qué otros trucos tienes bajo la manga?”.

Quizás, tomado desprevenido por el ataque de fuego de Wilbur, Erin, que no había tenido oportunidad de ejercer toda su fuerza, no pudo evitar sentirse un poco frustrado.