Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 1704

“Uno, arreglar todo el papeleo para que las cuatro mujeres de afuera abandonen este país y vivan en otro lugar. Dos, necesito saber todo lo que haya que saber sobre una empresa llamada Corporación Fuente Verde. Dame toda la información que haya sobre ellos. Tres, si descubro que me estás utilizando o intentando amenazarme de nuevo, no seré para nada tan amable como ahora”.

Wilbur miró fríamente a Kyra.

“¡No se preocupe, señor! Ordenaré a mis subordinados que se ocupen de lo que usted quiere que se arregle, ¡y le prometo que lo que le hice no volverá a ocurrir! ¿Quiere que mi personal le consiga un lugar donde quedarse? Los hombres de Mondorra siguen buscándote, ¿sabes?”.

Kyra no se mostró más que dócil y respetuosa con el poderoso Wilbur, como si estuviera aceptando órdenes suyas en lugar de negociar un acuerdo.

Por supuesto, lo hacía porque sabía que Wilbur era la única persona que podía ayudarla a recuperar el control sobre la Hermandad Rian.

Kyra estaba segura de todo esto debido al poder especial con el que había nacido.

Cada ser humano tenía un aura de diferente color que lo rodeaba en todo momento, y el color de estas auras cambiaba en función de las situaciones en las que se encontraban.

Por ejemplo, una persona al borde de la muerte tendría un aura negra para Kyra.

Una persona enferma tenía un aura gris, que se volvía negra a medida que se acercaba la muerte.

Los cultivadores también tenían auras de diferentes colores a los ojos de Kyra, e incluso tenían más colores de los que tendría un ser humano normal.

Por ejemplo, Mondorra tenía cuatro colores diferentes en su aura, al igual que sus hombres Erin y Ketta.

Sin embargo, las auras de Erin y Ketta eran mucho más pálidas que las de Mondorra.

Lacey y los demás se agruparon al ver a Wilbur.

“No voy a volver, y ustedes tampoco. Han hecho enojar a alguien como Mondorra, y quedarse en Cametra solo les traerá problemas. Le he dicho a Kyra que se encargue de que salgan del país y emigren a otro lugar, y tendrán una buena cantidad de dinero para salir adelante”.

Wilbur se volvió entonces para mirar a Lacey y Eliana. “¡Sigan en la escuela, las dos! ¡Aprendan algo útil y tendrán una habilidad que los ayudará a sobrevivir en la vida! Tengo otros asuntos de los que ocuparme, así que no podré despedirme de ustedes. Ya nos veremos”.

Se despidió de Lacey y Eliana, antes de dirigirse a Betty y Mónica que tenían una mirada melancólica.

“Ustedes dos también deberían vivir una buena vida. No se metan con más matones, ¿entendido? No son malas personas y merecen tener una vida tranquila”.