Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 1708

“En este bloque vivían cuatro familias. Los inquilinos originales que vivían en el primer piso se mudaron, así que se lo han alquilado temporalmente a Mary y a las hermanas Teja. La anciana de hace un momento vive en el segundo piso, y el tío Dante, el jefe de gestión de la calle, vive en el tercero. Mi casa está en el cuarto y quinto piso. Mi madre y yo somos todo lo que tenemos ahora. Ella perdió una pierna en un accidente, por eso ahora casi no sale de casa. Intenta no decir demasiado delante de ella…”.

Mientras la chica hablaba, abrió la vieja puerta de su apartamento.

Una cálida fragancia llenó sus fosas nasales al entrar en la casa, una que parecía provenir de un tipo de especia.

“¡Por fin has vuelto, Tina! Has llegado tres horas más tarde de lo habitual, estaba tan preocupada…”.

Una mujer de mediana edad salió cojeando de la iluminada cocina.

Parecía un poco enfadada y a punto de regañar a la chica, pero su rabia fue sustituida por una sonrisa radiante al ver a Wilbur, se apresuró hacia él y le dio un cálido abrazo.

“Jovencito, ¿eres el novio de Tina? Nunca te había mencionado. Es la primera vez que nos vemos, ¿quieres presentarte?”.

Wilbur le sonrió a la entusiasta madre de Tina. “Hola, señora. Me llamo Wilbur Penn, soy de Dasha. Tina y yo no tenemos ninguna relación, y hoy solo he venido a visitarlas a las dos. Espero que no sea molestia”.

Ante la amabilidad de Wilbur, la madre de Tina la empujó para que se sentara en el sofá antes de decir. “No es ninguna molestia, en absoluto… Ya es bastante agradable que hayas estado dispuesto a venir a visitarme como amigo de Tina. Por supuesto, ¡espero que las cosas cambien entre ustedes! ¿Tienes hambre? ¿Quieres que te prepare algo?”.

Para la madre de Tina, un hombre de aspecto tan limpio como Wilbur debía estar en la oficina tomando café de día y vino de noche.

Tina, por el contrario, no esperaba que el hombre que acababa de matar a diez hombres de un solo golpe estuviera cocinando en su cocina después de recibir a su madre.

Un delicioso olor salió de la cocina y la madre de Tina tiró de ella para susurrarle. “No está mal. Cariñoso y sensible. Tendrás una buena vida con un hombre así. No pierdas tu oportunidad”.

Tina puso los ojos en blanco. “En realidad solo somos colegas. ¿No te das cuenta de que es más cariñoso contigo que conmigo? Además, ¿crees que alguien que se queda solo para acostarse conmigo sería de fiar?”.