Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 1760

Wilbur frunció el ceño al ver a Greg marcharse, con el disgusto encendiéndose en su pecho. A pesar de no querer inmiscuirse en los asuntos del clan Jonan, habían venido a buscarlo y a Wilbur no le quedaba más remedio que rezar para que la Señora Marie acabará por ponerse en contacto con él para hablar de la compra de más objetos de su colección personal.

Al mismo tiempo, Demetra y Miyah estaban cenando en un restaurante de Aidementon, Miyah miró el boleto de avión que tenía en la mano y lo dejó sobre la mesa antes de cortar un trozo de filete para comérselo.

A pesar de que habían acordado no hablar del vuelo, Miyah no pudo contener la curiosidad y preguntó. “¿De verdad tengo que irme? ¿No eres lo bastante poderoso para que me quede a tu lado? ¿A quién te vas a enfrentar? ¿Por qué tienes tanto miedo? Nunca te había visto así”.

Demetra, que nunca había sido bueno expresando sus sentimientos, dejó el tenedor con frialdad. “¿De verdad quieres saberlo?”.

“Sí quiero. Prometimos estar juntos el resto de nuestras vidas, pero ahora intentas echarme”. Miyah dijo.

“Es solo temporal. Vendré a buscarte en cuanto las cosas se arreglen”. Demetra respondió.

La calma de Demetra solo hizo que Miyah se sintiera más ansiosa. Sabía cómo era: cuanto más grave era la situación, más tranquilo se mostraba Demetra. Eso significaba que la situación debía de ser un gran problema.

“Todavía no me has dicho contra quien te enfrentas”.

“Corporación Fuente Verde”.

“¿Qué? ¿Tú?”.

Demetra le tendió a Miyah una servilleta con calma. “No tengo elección. El Señor Jeckle me ha dado una misión de grado B para matar a Wilbur Penn, un tipo de Dasha que está investigando a la Corporación Fuente Verde. Puede que yo esté en el nivel máximo de Santuario, pero este hombre es aún más poderoso que yo. He perdido”.

“¿Qué? ¿Perdiste?”. Miyah dijo, abriendo los ojos en señal de asombro y desafío. “¡Pero dijiste que nunca perderías!”.

“Lo siento”. Demetra dijo. “Te mentí en el pasado. No puedo derrotar a todos los destructores. De todos modos, Wilbur Penn podría haberme matado, pero me dejó ir. No volverías a verme si no fuera por su bondad. Le debo la vida, y por eso no puedo matarlo”.

Miyah comprendió entonces por fin que Demetra, en efecto, no tenía elección. Wilbur era un hombre misericordioso y al final había decidido no matar a Demetra.

Por lo tanto, Demetra no tenía más opción que irse. Esto atraería la atención de la Corporación Fuente Verde con seguridad, ya que solo había dos opciones para un asesino: terminar su misión o morir.