Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 1787

El dragón de fuego se elevó hacia el cielo, y el Reino de la Tierra Densa volvió a flotar en el aire. Continuó ascendiendo y, en un instante, se aproximó a la esfera de luz blanca. Wilbur no había usado toda su fuerza contra Luz en el último ataque. Exclamó enfurecido: "¡Reino de la Tierra Densa, devora!".

El Reino de la Tierra Densa desplegó innumerables Escudos de Tierra, que se envolvieron rápidamente alrededor de la esfera de luz blanca. La presión del poder terrestre hizo que la esfera de luz blanca se desvaneciera con rapidez.

El individuo con el traje cayó de rodillas en el interior de la esfera de tierra. En ese momento, comprendió que su destino estaba sellado.

Temblando y sollozando, suplicó: "Por favor, perdóneme, señor Penn. Tengo dos núcleos de cristal de llama dentro de mí. Puedo entregárselos".

Wilbur dejó escapar una fría carcajada. Podía mostrar misericordia con los débiles, pero nunca perdonaría a alguien que atentara contra su vida.

Con una mirada gélida, dijo con desdén: "Tu vida está en mis manos. ¿Qué te hace pensar que puedes negociar conmigo?".

Luego, lo agarró por los hombros y lo lanzó por los aires, asestándole un golpe en el pecho con el Poder del Dragón.

¡Boom!

La luz estalló y se redujo a cenizas. Los dos núcleos de cristal de llama flotaron en el aire, de un rojo tan intenso que casi parecían negros. Wilbur pudo notar que la energía espiritual en ellos era increíblemente potente; los núcleos de cristal de fuego de Mondorra y Clark no se podían comparar.

Wilbur guardó los núcleos de cristal de fuego en su semiplano. Al desvanecerse el Dominio del Dragón de Fuego, regresó al balcón. Rápidamente sacó una píldora curativa de tipo Trueno y se la tragó.

Parecía que el viejo dragón sabía lo de la batalla. Wilbur frunció el ceño y preguntó: "¿Sabes algo de los núcleos de cristal de llama, viejo dragón? ¿De dónde procede el poder de la destrucción? ¿Y el poder de la luz? ¿Por qué aparecieron aquí?".

El dragón respondió al cabo de un momento: "Tienes muchas ganas de saber, pero aún eres demasiado débil, así que de momento no responderé a tu pregunta. Poco a poco te irás haciendo más fuerte. Un día, descubrirás los secretos de este mundo".

"¿Secretos? ¿Qué secretos?".

Wilbur esperó un rato, pero el Dragón no respondió. Wilbur se sintió muy impotente. Le parecía que el viejo dragón se burlaba mucho de él.