Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 1851

"¡No pierdas el tiempo con él! ¡Fuera de mi camino!".

Justo en ese momento, un hombre calvo salió corriendo con un rastrillo que dirigió hacia Wilbur. Wilbur se apresuró a esquivarlo, agarrando el rastrillo y partiendo el mango por la mitad. "¡Atrás! Yo no intentaría nada si fuera tú".

Los aldeanos se quedaron en silencio al ver a Wilbur partiendo el rastrillo por la mitad así como así, apresurándose a retroceder ya que nadie se atrevía a ir contra Wilbur. Después de todo, alguien capaz de hacer algo así tiene que ser extremadamente fuerte.

Wilbur miró fijamente a los ciudadanos indefensos, sintiéndose inquieto también. "No se preocupen todos. No hemos venido a causar problemas. Solo estamos aquí para dos cosas".

Respiró hondo y explicó. "Una es calmar a todo el mundo. No se preocupen, seguro que el problema de los peces muertos tiene solución. En segundo lugar, necesitamos la cooperación de todos para que nos dejen traer agua del estanque para analizarla".

Los aldeanos bajaron la cabeza en silencio ante las palabras de Wilbur. Por fin, el jefe de la aldea llevó a Wilbur y a los demás al estanque donde flotaban los peces muertos. Después de obtener las muestras, Witter y Andre tranquilizaron a la multitud antes de que todos regresaran a Aidemento.

Justo cuando Wilbur iba a marcharse al volver al edificio de Tecnología Lan, Witter lo detuvo. "Señor Penn, este es un asunto muy importante que tenemos que resolver lo antes posible para poder darle una respuesta a los aldeanos. Espero que pueda quedarse".

"De acuerdo".

Wilbur asintió, y Andre se acercó también. "Gracias por eso, señor Penn".

"No se preocupe, es lo que debo hacer".

Witter y Andre empezaron a confiar en Wilbur después de lo ocurrido en el pueblo, y por eso no lo molestaron. Llevaron a Wilbur al laboratorio y operaron delante de él.

Wilbur esperó media hora hasta que salieron los resultados.

Wilbur abandonó el edificio de Tecnología Lan al regresar a Aidemento con una extraña sensación en el pecho. Witter y Andre parecían ocultarle algo.

Si el incidente de los peces muertos en la Villa Mirya había sido un incidente normal, ¿por qué tenían esa expresión en la cara?

Wilbur estaba muy confuso. No se fue de inmediato, sino que se escondió en un rincón tranquilo para observar a la compañía.

Unos minutos más tarde, Witter y Andre salieron por la puerta. Esta vez, cada uno con un maletín en la mano, subieron a un coche y se marcharon. Wilbur se apresuró a seguirlos y vio que los dos hombres llegaron río arriba a la Villa Mirya.

Los dos hombres hicieron una serie de pruebas a lo largo del río con sus herramientas y finalmente se detuvieron a unos quinientos metros río arriba. Witter bajó el equipo. "Sí, este es el lugar".

Entonces vio el cadáver de Bari. "¡Mierda! Parece que hay un herido. Llama a alguien para que se encargue de esto".