Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 1881

Estaba claro que las dos pitones bebés vieron a Wilbur como su primera comida después de haber nacido.

"¡Maldita sea!".

Wilbur apretó la mandíbula. Luego, emitió una energía oscura. El poder de la destrucción creció dentro de él, luego su cuerpo desató un rayo que llevaba el poder de la destrucción.

El rayo golpeó a la pitón negra y esta siseó de dolor porque el ataque fue potenciado con el poder de la destrucción. Al instante soltó a Wilbur y se movió alrededor de Wilbur, luego trató de morderlo. Él rápidamente esquivó el ataque.

Luego, saltó sobre la pitón mientras bajaba la cabeza y apuñaló el Cuchillo de Trueno en su cabeza. Un rayo con el poder de la destrucción implosionó en la pitón.

La pitón siseó trágicamente, luego golpeó las paredes alrededor mientras Wilbur estaba sobre su cabeza antes de caer al suelo al final y morir. Las pitones bebés estaban en la entrada del B9 cuando Wilbur miró. Luego, se deslizaron hacia adentro.

Wilbur sacó su Cuchillo de Trueno y miró a la pitón muerta. Pensó: ‘Ya que hay huevos, eso prueba que esta pitón debería ser la pitón madre. Debería haber una pitón macho ahí abajo. Esas pitones bebés deben haber olido su aroma, por lo que se están deslizando hacia su padre en busca de ayuda’.

"¡Siseo!".

Justo cuando Wilbur estaba pensando, se escuchó un rugido furioso desde el noveno sótano. El siseo furioso sacudió el edificio. Wilbur sintió un escalofrío al instante. Miró el Cuchillo de Trueno en su mano y decidió dirigirse hacia el B9.

Entró y vio una jaula de metal negra debajo de la enorme cúpula, estaba colgada con dos gruesas cadenas de metal del tamaño de un brazo. Tina estaba en la jaula de metal en ese momento. Alrededor de la jaula de metal había una pitón más grande con dos pitones bebés. Siguió golpeando la jaula de metal, esperando que la jaula se abriera para poder comerse a Tina.

¡Clonc!

La entrada de B9 se cerró apenas Barney terminó de hablar. Tina miró a Wilbur con ojos llorosos y gritó: "¡No, Wilbur! ¡Prométele que lo harás! ¡Por favor, prométele que lo harás!".

Era una pena que fuera demasiado tarde. Wilbur tomó su decisión, por lo que Tina lloró en silencio.

Wilbur sabía que Tina estaba preocupada por él. La consoló diciéndole: "No te preocupes, Tina. Estoy bien y tú también lo estarás. Te llevaré a un lugar seguro ya que estoy aquí. Nadie se interpondrá en nuestro camino otra vez".