Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 1921

Resumo de Capítulo 1921: Viviendo con Mi Jefa Esposa

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La bestia del océano era enorme. Wilbur parecía una hormiga frente a esta. Sin embargo, la bestia parecía ser extremadamente sensible a sus alrededores en el agua. Cuando Wilbur apareció, la bestia dormida abrió sus ojos lentamente.

Se levantó de repente cuando vio a Wilbur, golpeando su cola contra la jaula y emitiendo una serie de ruidos ensordecedores como para demostrar su odio por los humanos.

Wilbur nunca había visto una criatura tan grande, y un escalofrío recorrió su espalda cuando se quedó helado ante lo que había frente a él, sin saber qué hacer.

¡Bum!

¡Bum!

¡Bum!

Justo en ese momento, el fuerte golpe sacó a Wilbur de su estupor. No dudó más, mirando a su alrededor buscando el cable. Según la plantilla, debería estar frente a la esquina izquierda de la jaula, pero no estaba a la vista.

Al dar una vuelta, Wilbur se dio cuenta que el cable estaba detrás de la bestia. La jaula era enorme, pero el cable desenchufado había caído completamente en el lodo del fondo del océano.

Wilbur nadó hasta el fondo del océano. Estaba a punto de levantar el cable cuando la bestia se lanzó nuevamente contra la jaula. El suelo tembló una vez más.

¿Las corrientes eléctricas eran causadas por la bestia? Wilbur había pensado que el brillo azul en el océano provenía de una fuga eléctrica causada por el cable suelto, pero parecía que no era una fuga eléctrica. La corriente parecía haber venido de la propia bestia.

Wilbur entendió entonces que las bestias del océano provocaban tsunamis y vientos feroces dondequiera que iban por las corrientes que generaban. La bestia liberaba las corrientes en el océano, y el agua subía y bajaba a un alarmante ritmo como consecuencia. Esto hacía feroces vientos que incluso podrían terminar siendo huracanes.

Una vez se forma un huracán, las nubes en el cielo absorberían la inmensa cantidad de agua que se elevaba hacia arriba, haciendo nubes de lluvia, lo que explicaría la fuerte lluvia.

¡No es de extrañar que el clima en Aidemento haya estado así durante los últimos días! La bestia estaba haciendo un berrinche. Ahora parecía que todo lo que había que hacer para que los cielos de Aidemento se aclararan nuevamente era liberar a la bestia.

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