Resumo de Capítulo 1937 – Capítulo essencial de Viviendo con Mi Jefa Esposa por Internet
O capítulo Capítulo 1937 é um dos momentos mais intensos da obra Viviendo con Mi Jefa Esposa, escrita por Internet. Com elementos marcantes do gênero Urbano, esta parte da história revela conflitos profundos, revelações impactantes e mudanças decisivas nos personagens. Uma leitura imperdível para quem acompanha a trama.
"¿Sabes lo arrogante que era ese tipo?".
Jose salió del coche, viéndose preocupado. Dijo: "Señor Campbell, ese tipo casi arriesgó su vida. No compitamos con él. Se meterá en problemas tarde o temprano".
"Mierda. ¡Será mejor que no lo vea la próxima vez!". Faron pateó una botella de agua mineral que estaba en el suelo. Wilbur se acercó y preguntó: "Jose, ¿qué pasa con ustedes? ¿Qué pasó?".
Jose respondió con amargura: "Estaba corriendo con el Señor Campbell. Nos topamos con un tipo arriesgado en un coche de lujo. Pensó que lo estábamos provocando, así que nos siguió y nos detuvo a mitad de camino. El Señor Campbell estaba enojado, así que quería competir con él, pero lo detuve. Así que ahora está muy enojado".
Wilbur consoló a Faron diciendo: "Está bien, Faron. No hay necesidad de estar enojado. Ustedes condujeron con un solo coche, así que él pensó erróneamente que lo estaban provocando. Es normal".
"Yo...". Faron suspiró. Luego, dijo: "Está bien, ¡considera a ese tipo afortunado!".
Wilbur dijo: "Faron, tengo un favor que pedirte".
"¿Qué? No dudes en decírmelo, hermano".
"Escuché durante la comida que el Señor Sun no es una buena persona. Ayúdame a investigarlo. Si el Señor Sun intenta vender mis objetos de colección, dímelo de inmediato".
"Está bien, claro".
Wilbur sonrió y respondió: "Doscientos mil dólares no es mucho. Deberías considerar esto como una lección. Faye, recuerda que solo la realeza podía usar calderos de bronce con grabados de dragones en la antigüedad. Por lo tanto, los calderos de bronce con grabados de dragones son raros y nobles. Aquellos que son legítimos no te venderán tres de ellos por doscientos mil dólares".
"Está bien". Faye sonrió impotente. Luego, ordenó a los hombres que alejaran los calderos de bronce.
Wilbur recibió una llamada de Faron apenas Faye se fue.
"Tengo noticias, hermano".
"¿Sí?".
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